Sherley Moncada mira productos en un local de Corp. Fernández de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
En la mesa de los ecuatorianos se consumirá menos carne durante las festividades de Navidad y Año Nuevo que se aproximan.
Productores y comerciantes de pavos, pollos y cerdos señalan que la venta de esos productos ha bajado entre el 10 y el 15%, en comparación con el 2019, y se mantendrá así hasta el cierre del año.
La contracción, según representantes de la industria, es un efecto de los cambios en los hábitos de consumo de las personas, que al verse afectadas por la crisis económica -agravada por la pandemia- destinan sus ingresos para cubrir otras necesidades o buscan proteínas, pero más económicas.
La baja demanda de pavos ha repercutido en menos importaciones este año, es decir, el mercado será cubierto por la industria local.
En el 2019 se compraron al exterior 14 toneladas métricas ™, mientras que en el país se produjeron 16 339 tm.
Para el 2020, el sector avícola proyecta vender 14 630 tm, según información de la Corporación Nacional de Avicultores (Conave).
Diana Espín, directora ejecutiva de Conave, mencionó que este año tres cadenas de supermercados hicieron pedidos mínimos de pavos enteros congelados a Estados Unidos para cubrir nichos especiales y de extranjeros.
En el mes de diciembre se comercializa entre el 90 y 95% de la producción de carne de pavo del año.
De cara a las festividades de diciembre, el sector avícola estima que habrá más consumo de pollo que de pavo, debido a su menor precio.
También es probable que, como medida de prevención frente al covid-19, algunas familias eviten hacer grandes reuniones; de tal manera que no requerirán de mucha proteína, reflexiona Espín.
Ante este escenario, las empresas dan fuerza al ‘pavipollo’, que es un pollo más grande, pero que sigue siendo más barato que un pavo.
Corporación Fernández, productora y comercializadora de carnes, introdujo el producto en sus perchas a partir de los primeros días de noviembre.
Roberto Raad, gerente del área comercial y de mercadeo, explicó que las personas están buscando el pavipollo con más frecuencia, porque su economía se ha visto impactada por la pandemia y no tienen la misma capacidad adquisitiva.
Un pavo cuesta alrededor de USD 44, mientras que un pavipollo está entre 6 y 8 dólares, refirió Raad.
Si bien hubo un ajuste a inicios de la pandemia, poco a poco la demanda se ha ido normalizando, dijo Andrés Pérez, director de Relaciones Institucionales de Pronaca. “Continuamos optimistas, por cuanto la proteína animal es parte del menú diario de los hogares”.
Otro aspecto que ha variado este año es la venta a empresas, como parte de las canastas que dan a los empleados en Navidad o fin de año.
Conave calcula que hasta las primeras semanas de noviembre hay una contracción del 50% en el segmento corporativo, con relación a igual período del 2019.
También se observa que algunos pedidos de empresas se mantienen, pero reemplazan pavo por pavipollo.
Pese a ello, la industria avícola cree que no alcanzará a producir los 280 millones de aves que preveía en el 2020. Ahora se calcula cerrar con 15% menos, según Conave.
El sector porcícola afronta una realidad parecida por la pandemia: caída en la demanda, disminución de la producción y comercialización. Y sufre un reajuste en los pedidos de empresas.
Normalmente en diciembre se vendía un promedio de 20 000 toneladas de carne de cerdo, lo que superaba a la media de 15 000 toneladas mensuales del resto del año. Sin embargo, para diciembre próximo se calcula una baja de consumo del 15%.
Paúl Parra, presidente de la Asociación de Porcicultores del Ecuador, comentó que los productos más apetecidos para la temporada suelen ser piernas, brazos, costillas, chuletas y lechones.
Para competir con precios más bajos, los productores están sacando a las perchas de los mercados carnes de menor peso, describió Parra.
Para la Corporación Favorita, las proyecciones del año han sido retadoras, dada la situación económica, sumada a la incertidumbre sobre cómo se darán las reuniones familiares en Navidad.
Pese a eso, las expectativas se mantienen optimistas. “Empezamos a preparar la producción de pavos y cerdos a partir de mayo, para estar listos en noviembre, cuando empieza a crecer la demanda”, dijo la firma.