Los narcos imponen toque de queda en centro de Río por la muerte de un capo

Vista de una calle del barrio de clase media Catete en el centro de Río de Janeiro (Brasil) hoy, lunes 26 de septiembre de 2016. Una banda de narcotraficantes aplicó un toque de queda. Foto: EFE

Vista de una calle del barrio de clase media Catete en el centro de Río de Janeiro (Brasil) hoy, lunes 26 de septiembre de 2016. Una banda de narcotraficantes aplicó un toque de queda. Foto: EFE

Vista de una calle del barrio de clase media Catete en el centro de Río de Janeiro (Brasil) hoy, lunes 26 de septiembre de 2016. Una banda de narcotraficantes aplicó un toque de queda. Foto: EFE

Una banda de narcotraficantes aplicó este lunes 26 de septiembre de 2016 un toque de queda en Catete, un tradicional barrio de clase media próximo al centro de Río de Janeiro, en un alarde de su poder y como respuesta a la muerte de 'Fat Family', uno de los capos más buscados de Brasil, a manos de la Policía.

Todos los establecimientos comerciales a lo largo de unos cinco kilómetros bajaron sus pesadas verjas metálicas al unísono a mediodía, cuando dio la orden un grupo de integrantes del Comando Vermelho, la mayor banda armada de Brasil.

El cierre de puertas fue una respuesta inmediata al anuncio de la Policía Civil de que había abatido horas antes a 'Fat Family', que fue blanco de una intensa operación de caza y captura desde junio pasado y quien era el capo de drogas de la favela Morro de Santo Amaro, que se eleva en un cerro a espaldas de Catete.

En las inmediaciones del Morro de Santo Amaro el único establecimiento abierto después del toque de queda era la novena comisaría de la Policía Civil.

La Policía Militarizada, responsable de la seguridad urbana, desplegó varios automóviles y agentes en la zona, pero los comerciantes cumplieron a rajatabla la orden de los narcos, que les costó perder dinero en lo que debía ser una bulliciosa tarde de compras.

"Manda quien puede, obedece quien tiene juicio", dijo un taxista de forma lacónica.

El cierre forzoso alcanzaba desde modestas ferreterías y fontanerías hasta cadenas de restaurantes de comida rápida pasando por administraciones de lotería, cafeterías y salones de belleza.

En una autoescuela en la calle Catete había un cartel que, como única explicación, decía: "cerrado por motivos de fuerza mayor. Mañana estaremos abiertos".

La mayoría de los comerciantes que aprovechaban el cierre para realizar otras tareas eran reacios a hablar sobre la orden impuesta por los narcos.

Una vecina de la calle Pedro Américo, donde hay dos accesos a la favela, dijo a Efe que nunca había visto un toque de queda similar en los cerca de 40 años que lleva viviendo en la zona.

Los cierres forzosos para guardar luto por narcos muertos sí son habituales en otras favelas de los suburbios de Río, pero no en un barrio con solera como Catete, antigua residencia de la aristocracia que se acomodó a las puertas del palacio de Catete, que fue sede del Gobierno brasileño entre 1897 y 1960.

Además del toque de queda, Catete vivió los coletazos de la operación contra 'Fat Family', que llevaron a un pequeño grupo de policías a entrar a tiros en el Morro Santo Amaro.

Un grupo de niños que volvía a casa de la escuela tuvo que esperar, guarecidos en una pared, a que amainara el tiroteo antes de tomar la escalera que conecta Catete con la favela.

La muerte de 'Fat Family', que ha culminado tres meses de una intensa cacería por parte de la Policía, sucedió a cerca de 40 kilómetros de distancia, en una área boscosa cerca del conjunto de favelas de Salgueiro, en la ciudad de So Gonalo.

La Policía colocó al capo del Morro Santo Amaro en su lista de más buscados por la fuga con tintes cinematográficos que protagonizó el pasado junio este traficante, cuando estaba detenido en un hospital, a la espera de entrar en quirófano con un balazo en la cabeza.

Entonces, cerca de 20 hombres armados con fusiles y granadas tomaron el hospital Souza Aguiar, en el centro de Río, y se llevaron a 'Fat Family', alias de Nicolás Labre Pereira de Jesús, de 28 años, dejando en evidencia a las fuerzas de seguridad de la ciudad, que han puesto todo su empeño en darle caza.

El secretario de Seguridad de Río, José Mariano Beltrame, en una entrevista a la radio Globo, dijo que no desea "endiosar" o convertir en un "trofeo" a un delincuente.

Sin embargo, la persecución de 'Fat Family' ha implicado un gran operativo y ha dejado al menos once muertos en diferentes acciones, incluyendo la realizada hoy, en la que participaron 30 policías.

'Fat Family' debía su nombre tanto a su obesidad como a su linaje ilustre en el narcotráfico. Un hermano suyo, Marco Antonio Pereira da Silva 'My Thor', era uno de los líderes del Comando Vermelho, y también era sobrino de otro conocido capo, Jorge Edson Firmino de Jesús 'Balote', ambos arrestados en cárceles de máxima seguridad

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