Froilán Jiménez. Quito
fjimenez@elcomercio.com
El Nacional
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1
D. CuencaEl Nacional tuvo la pelota, pocas ideas y muchos goles. La victoria de ayer ante Deportivo Cuenca se gestó por individualidades y no por el juego colectivo. La figura del cotejo fue Michael Quiñónez.
Durante los primeros minutos, el Cuenca se mostró ofensivo con Rodrigo Teixeira y Édison Preciado. Pero una lesión del atacante brasileño obligó al DT Paúl Vélez a modificar su esquema.
La figura
M. Quiñónez bailó a la
defensa y al arquero
A pura velocidad, el delantero ecuatoriano Michael Jackson Quiñónez superó a la defensa cuencana y también al portero. El jugador de El Nacional se puso el equipo al hombro. Marcó dos golazos y fue un constante generador de peligro. No lo pudieron detener.A los 14 minutos se lesionó Teixeira y fue sustituido por Juan Carlos Paredes. Esa variante significó una doble ventaja para el conjunto local.
Con la salida de Teixeira, el Cuenca perdió un cabeceador nato y por ende, sus jugadores dejaron de centrar. Mientras que con el ingreso de Paredes, se perdió el enlace que había entre volantes y delanteros.
Aún así, el bloque defensivo se mantuvo poblado, lo cual era un problema difícil de solucionar para los locales.
La fórmula para desvanecer esa resistencia la encontró Quiñónez, quien probó un remate de larga distancia. Su disparo con el botín derecho recorrió 30 metros y se coló por el brazo izquierdo del arquero Sebastián Dreer.
La ventaja no preocupó a Vélez, quien mantuvo un esquema conservador que su equipo tenía salida y generaba peligro.
El show de los goles se dio en la segunda etapa. Asad quiso darle más fuerza a la tenencia de la pelota con jugadores como Jorge Ladines y Edmundo Zura.
La variante le dio la razón al técnico. Wellington Sánchez, de bajo perfil en el cotejo, armó quizá, la única jugada colectiva de El Nacional. ‘Willy’ levantó la cabeza y centró para que Ladines, de cabeza marque el 2-0 a los 59’.
La contrafigura
Juan Paredes no fue
un jugador potente
Ingresó para suplir al brasileño Rodrigo Teixeira, pero no caló en el esquema de juego. Su función como volante de llegada pasó desapercibida. Eso permitió que el rival gane en confianza.Ese gol llegó cuando D. Cuenca se había lanzado en busca del empate. Su perseverancia dio frutos a los 65’. Un tiro libre de John García (65’) puso drama: 2-1.
El Cuenca quería salir de la zona baja de la tabla acumulada y asegurar el segundo puesto en el grupo 2 del torneo. Las intenciones de El Nacional eran similares.
Pero Quiñónez se encargó de tranquilizar al equipo. Se aprovechó de un error defensivo y dejó que Marvin Pita se luzca al sacarse al arquero: 3-1 a los 67’.
Después (70’), Quiñónez haría una finta de lujo. Burló a la defensa, se paró en la línea de fondo, corrió hacia el portero y con un sutil toque rasante, marcó el 4-1.