El Museo del BCE cuida la memoria

Redacción  Cultura

Apenas se ingresa a la sala, el Sol de Oro atrapa la mirada.   La luz de pequeños focos se difumina sobre sus  rayos de oro. Una inscripción  indica que pertenece a la cultura La Tolita (desarrollada  en la Costa ecuatoriana entre  500 a.C. a 500 d.C).

Atención gratuita
El Museo Nacional  del Banco Central (BCE) se encuentra ubicado en la  avenida Patria y 6 de Diciembre. Está al  lado del Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
El horario  de atención del Museo es  de martes a viernes, a partir de las 09:00.
Todos los  turistas nacionales pueden  ingresar  gratutamente. Esta iniciativa se asumió hace tres semanas y se la aplica a todos los museos del Banco Central del Ecuador. Solo los extranjeros deben pagar  un valor de
  USD 2 adultos y USD 1 para  estudiantes.

Esta imagen es uno de los íconos nacionales  que guarda el Museo Nacional del Banco Central del Ecuador (BCE). Allí permanecen 2 172 piezas, de las cuales 1 226 son arqueológicas, 486 pertenecen a  la Colonia y a la República y 224 son contemporáneas, entre pinturas y esculturas.

Toda esta herencia patrimonial pasará a ser  manejada por el  Ministerio de Cultura, según el proyecto de la nueva Ley de Cultura, que incluiría la administración de los 16 museos con los que actualmente cuenta el BCE.

La gerente general de esta institución, Karina Sáenz, señala que “la transición de la administración es un proceso manejado de modo  muy meditado”.  Avanza con reuniones periódicas entre los directivos de ambas partes y equipos de trabajo en   áreas legal, financiera y técnico cultural.

El Museo del BCE es considerado uno de los más importantes del país con sus 5 000 metros cuadrados de construcción. A la entrada se observan lanzas de obsidiana iluminadas y protegidas por un vidrio. Pertenecen al período Paleoindio, de entre  11 000 a.C.  y  4 000 a.C.

Frente a ellas, están las figuras de cerámica del período Formativo (de 4000 a.C hasta 500 a.C.) de las culturas Valdivia, Chorrera y Machalilla. Esta es la primera de las cuatro salas del Museo.

El Sol de Oro permanece en la sala contigua a la de la Colonia, donde se muestran las esculturas de la época. La música étnica o sacra acompaña el recorrido.

Según María del Pilar Miño, responsable del museo, 50 672 turistas lo han visitado  en lo que va del año. En 2008 lo hicieron 68 659 y en 2007,   73 378. Además de los turistas nacionales (mayormente estudiantes) están los   de EE.UU., Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y España.

El viernes pasado, los franceses Erick Jones, de 48 años, y su hijo Gregory, de 26, llegaron al museo.   Su curiosidad llevó a Erick  a acercarse a pocos centímetros de la pintura de San Ignacio de Loyola, de Hernando de la Cruz. Entonces, una aguda  alarma sonó en la sala.

“Son sensores de protección que tiene todo el museo. También tiene cámaras de seguridad”, dice el guía Fabián Amores. Lo corrobora  Estelina Quinatoa, directora de Cultura de la regional Quito del Banco Central.

Y aclara:  “El museo cumple con todas las exigencias y normativas internacionales. Ha sido el pionero en capacitar al personal y dar una garantía para que los bienes se conserven bien”.

La mejor muestra es que desde 1946, cuando el banco empezó a preservar estos bienes, no se ha registrado ninguna pérdida o robo.  Para la Gerente del BCE, en la transición se buscará que no se generen costos adicionales al Estado y que se mantengan  los sistemas de custodia y manejo.

En 2008, el BCE gastó USD 127 165,46  anuales, entre mantenimiento y pagos administrativos: 102 395,88 por el arriendo en comodato a la Casa de la Cultura, 17 797,46 en luz, 5046,46 en agua y 1 925,66 en telefonía, según Diego Zapater, subgerente general.

Con el cambio, estos montos deberá asumirlos el Ministerio de Cultura. Este Diario buscó la versión de los funcionarios de esta dependencia, pero no fue posible contactarlos.

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