Un hombre de 52 años de edad fue atropellado el domingo 31 de julio, por uno de los alimentadores de la Metrovía de Guayaquil. Foto: Wladimir Torres/ EL COMERCIO
Eran cerca de las 20:00, del domingo 31 de julio, cuando Sixto Javier Chicaiza jugaba con su cachorro en los exteriores de su domicilio, ubicado en el sector de los Tulipanes, en el sur de Guayaquil.
Hace dos meses, el hombre de 52 años, había recibido al perro como un regalo de un vecino y le había tomado afecto por lo que todas las noches se ponía a jugar con él fuera de su casa. Chicaiza caminó a una farmacia al frente de donde vivía, cruzando la avenida Domingo Comín, sin percatarse que el cachorro lo estaba siguiendo.
Al percatarse salió corriendo detrás de su mascota hasta la altura del semáforo que está ubicado en la esquina, donde cruzando la avenida, un alimentador del sistema de transporte Metrovía lo arrolló.
Según testigos, la luz del semáforo estaba en rojo por lo que el hombre aprovechó para cruzar la vía y tomar a su perro pero el conductor del alimentador no habría respetado la señal de tránsito y lo embistió provocando que se desplome, luego de lo cual las llantas posteriores lo arrollaron.
Roxana Quimí, contó que ella trató de auxiliar inmediatamente a su tío, pero cuando lo vio tenía fracturada la cabeza y lesiones en las piernas y en los brazos. “Murió inmediatamente”, indicó.
El hecho provocó malestar en los moradores del sector quienes intentaron destruir el alimentador lanzándole piedras. Además mantuvieron retenida a la unidad y trataron de detener al chofer, pero llegaron miembros de la Policía para dispersar a las personas y aprehendieron al conductor.
El gerente de la Fundación Metrovía, Leopoldo Falquez, dijo que las investigaciones determinaran las responsabilidades sobre el accidente. Sin embargo, adelantó que en el Parte de Novedades de la Agencia de Tránsito Municipal (ATM) se indica que Chicaiza dio positivo en la prueba de alcoholemia post mortem y que además se están revisando los videos.
Además, Falquez anunció que se ha tomado la decisión de marcar en el carril exclusivo la velocidad promedio en la que pueden ir los buses.
“La velocidad promedio permitida en este sector es de 40 kilómetros por hora, eso no quiere decir que exculpamos totalmente al conductor. Esto tiene que probarse. Los conductores del sistema tienen que someterse a todo lo establecido en las leyes pertinentes”, indicó.
George Villamar, vive cerca al lugar del accidente y dijo que los moradores se manifestaron ayer porque en los últimos meses se han registrado accidentes de tránsito en la zona provocados por los buses de la Metrovía.
El 9 de junio, una joven de 18 años, falleció atropellada luego de que se abrieran las puertas del bus articulado de la Metrovía en el que viajaba. El hecho ocurrió, en la misma avenida Domingo Comín.
Quimí solicitó que se revisen los semáforos de esta avenida porque sostuvo que las lucen cambian muy rápido y no permiten el paso de los transeúntes. Además pidió que se investigue la muerte de su tío y que las autoridades de la Metrovía se acerquen a brindarle ayuda.