Pese a la suspensión del servicio de recolección de basura, los barrios afectados no registraron mayores problemas. Foto: cortesía Lindon Sanmartín
En al menos en 17 barrios de Loja se suspendió el servicio de recolección de basura desde el sábado 26 de septiembre del 2020. Según el alcalde Jorge Bailón, la difícil situación económica del Municipio les obliga a tomar esta medida para reducir gastos.
En las redes sociales, el Cabildo publicó que “debido a la situación financiera se suspende la recolección de basura en los sectores Zamora, Zamora Huayco, El Valle, Jipiro, Amable María, Motupe, Nueva Granada, Gran Colombia, San José, Miraflores, Época, La Argelia, Daniel Álvarez, Héroes del Cenepa, Los Rosales, Los Geranios y La Pradera”.
Además, solicitaron a la ciudadanía no sacar las fundas a la calle, para evitar que los animales las destruyan, se expandan los desechos y genere un problema de contaminación ambiental y afectación a la salud de los mismos habitantes.
Todos son barrios ubicados fuera del centro de la ciudad, donde la recolección de los desechos (orgánicos e inorgánicos) se hacía los siete días de la semana, al igual que en la ciudad. Pero -por ahora- esos barrios no tendrán el servicio los fines de semana y se analiza una reprogramación de horarios.
Según Bailón, con esta medida evitan el pago de horas extras a los obreros, que es una carga de gasto adicional. El sábado 26 de septiembre, la noticia se difundió entre los vecinos alertando de que no saquen la basura y así evitaron que se genere un problema sanitario.
Según el Alcalde, el Gobierno nacional les adeuda alrededor de USD 10 millones de asignaciones presupuestarias, devolución del IVA y otras obligaciones. El Ministerio de Economía les ofrece bonos para que paguemos a los contratistas.
Pero Bailón dice que Loja –al ser una ciudad pequeña y con pocos recursos- no ejecutan obras grandes y los contratistas no aceptan papeles. En estos seis meses de la pandemia por el covid-19, el Municipio ha restringido gastos para garantizar la dotación de los servicios básicos y cumplir con las obligaciones crediticias. “Recibí un Municipio con USD 30 millones de déficit”.