El Municipio de Guayaquil y la Junta de Beneficencia firman un convenio para dar soporte emocional por la pandemia

La alcaldesa Cynthia Viteri y el presidente de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, firmaron el convenio de atención en salud mental en esta semana.

La alcaldesa Cynthia Viteri y el presidente de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, firmaron el convenio de atención en salud mental en esta semana.

La alcaldesa Cynthia Viteri y el presidente de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, firmaron el convenio de atención en salud mental en esta semana. Foto: Cortesía Junta de Beneficencia de Guayaquil

Ansiedad, depresión, alteraciones nerviosas y estrés son algunos de los efectos de la pandemia. Para dar atención a estos casos, el Municipio de Guayaquil y la Junta de Beneficencia suscribieron un convenio en esta semana.

El objetivo es dar soporte a niños, adolescentes y adultos con discapacidad. Los pacientes serán identificados por el personal de la Dirección de Inclusión Social del Cabildo. Los usuarios serán derivados al Instituto de Neurociencias.

Según el acuerdo, la Junta de Beneficencia aportará con el equipamiento y el personal médico para las consultas. Por su parte, la Alcaldía asume el costo del tratamiento de los pacientes derivados, que incluye pruebas de diagnóstico y medicación.

Este proyecto durará seis meses y brindará atención en las especialidades de psiquiatría y neurología. Principalmente, beneficiará a personas de escasos recursos económicos con trastornos emocionales y discapacidad intelectual.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre las consecuencias generadas por la pandemia de covid-19 en el bienestar mental de las personas. Y ha pedido a los gobiernos asumir compromisos para aumentar la inversión en salud mental para frenar otros problemas sanitarios, sociales y económicos de gran alcance.

Según el organismo, incluso antes de la emergencia global, muy pocas personas han logrado acceder a servicios de salud mental de calidad. “En los países de ingresos bajos y medianos, más del 75% de las personas con problemas de salud mental no reciben ningún tratamiento. Y, en general, los gobiernos gastan en promedio menos del 2% de sus propuestos de salud en esta cobertura”, dita un comunicado.

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