La av. De las Américas es una de las que mayor flujo de tránsito soporta en el norte de la urbe, en horas pico. Fotos: Mario Faustos / EL COMERCIO
Los cambios en aspectos del tránsito vehicular en Guayaquil marcarán el 2015, en medio de la polémica por la transferencia de competencias entre el Gobierno Nacional y el Municipio del Puerto Principal.
El Cabildo debe asumir el control del tránsito en la ciudad y este proceso incluye incorporar a los primeros 630 agentes civiles al trabajo en las calles de la ciudad e instalar de un sistema de cámaras para registrar infracciones y aplicar multas. Pero además hay otras tareas pendientes que tienen que ver con el mejoramiento de las condiciones de la circulación vehicular en la ciudad.
Aunque no estarán terminados para este año, los puentes que construirá el Cabildo en conjunto con sus pares de Samborondón y Daule contribuirán a descongestionar el tránsito que soporta ahora de ida y vuelta el puente de la Unidad Nacional. Estos unirán a los dos cantones con Guayaquil, cruzando sobre el río Daule.
Según el alcalde Jaime Nebot, en Samborondón y en Guayaquil están listas las ordenanzas. El costo del puente y sus obras complementarias es de USD 72 millones. La licitación empezará las próximas semanas.
Aníbal Drouet reside en una de las urbanizaciones del km 8 de la vía La Puntilla – Samborondón. Él debe ir todas las mañanas de lunes a viernes a su trabajo en una empresa en la av. Francisco de Orellana, norte de Guayaquil. “Ya no se puede soportar el tráfico que se forma desde antes del ingreso al puente de la Unidad Nacional y que se extiende, por un lado, en la av. Benjamín Rosales, frente a la Terminal Terrestre, y, por el otro, por la av. Pedro Menéndez con el respectivo ingreso por la plaza Dañín. Por ello es muy necesario un puente”, dijo.
Además, este año deberán avanzar los estudios para la implementación de un sistema de transporte aerosuspendido y de la licitación para una nueva troncal del sistema de transporte masivo Metrovía, que partirá desde el Suburbio oeste hacia el centro de la urbe.
Esa nueva ruta irá desde el antiguo Batallón del Suburbio, desde la calle 29, lo que implicará macrocentrales, paradas, carriles exclusivos y más.
“Lo importante es que cualquier sistema que se ponga en práctica ofrezca un servicio de calidad. Hoy vemos que los transportistas están planteando el aumento de la tarifa en los pasajes cuando el servicio es pésimo y las unidades no son las adecuadas para una transportación segura y digna”, comentó el dirigente barrial suburbano Francisco Leone.
Durante este año, el Municipio deberá resolver el tema del alza de los pasajes. Para lograrlo se alista una consulta popular, por iniciativa de organizaciones de la sociedad civil. Serán los habitantes de la ciudad los que decidan con su voto si desean o no un alza.
Pero hay acciones inmediatas que se concretarán antes de agosto, cuando se proyecta que el Municipio tenga el control total del tránsito en la urbe.
El Cabildo comenzó desde ayer a tomar el “toro por los cuernos”. Pese a que aún no asume el control total del tránsito, y ante la falta de agentes civiles, empezó a sancionar a los conductores que invaden el carril exclusivo de la Metrovía.
Respaldados en una ordenanza municipal aprobada el 29 de diciembre del 2014, sancionarán con una multa de un Salario Básico Unificado (USD 354) la primera vez que alguien invada el carril exclusivo o que obstruya las intersecciones del mismo. Los reincidentes pagarán el doble (USD 708).
El método de prueba para estas sanciones es el sistema de cámaras de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG), conocidas también como “ojos de águila”.
Esta sanción no excluye que, por la misma causa, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) aplique sus propias sanciones. De hecho, hasta que dejen las calles de la ciudad, sus agentes seguirán haciendo operativos para sancionar a quienes cometan infracciones.
Luis Lalama, jefe del Cuerpo de Vigilancia de la CTE, informó que la Ley de Tránsito determina en estos casos una multa de USD 35,4, es decir 10 veces menos que la que empezó a aplicar el Municipio.
CIFRA
805 cámaras servirán para sancionar a quienes invadan el carril.