La Empresa de Pasajeros tiene a su cargo la Ecovía, el Corredor Sur Oriental, el Trolebús y la red de alimentadores. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
La única empresa metropolitana de Quito que ha logrado un crédito sin garantías soberanas es la de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). Con los USD 70 millones que recibió de la Agencia Francesa de Desarrollo, puso en marcha parte del proyecto Ramal Chalpi Grande-Papallacta.
Este es un plan clave, pues se prevé que garantizará la provisión de agua para los habitantes de la capital hasta el 2040.
A pesar de tener reconocimientos por su proyecto de autogeneración de energía, la Epmaps aún recibe un aporte municipal: USD 13 millones, que alimentan los USD 177,6 millones que requería la empresa en su planificación anual del 2018. Al final, sus gastos fueron de USD 139,7; es decir, que tuvo rentabilidad.
Epmaps, según la edil Luz Elena Coloma, es la más eficiente de las 12 empresas de la ciudad. La Ley de Empresas Públicas demanda eficiencia a estas entidades, con la misma lógica de las privadas, subraya.
“Si no generan rendimiento y trabajan a pérdida tres años, las ponen a prueba. Debe haber una lógica de optimización y excelencia”, explica Coloma.
Agrega que es difícil tener una receta para todas las empresas porque cada una debe tener su modelo de negocio, “pero no se debe pensar que hay un barril sin fondo, que es el Municipio, y por eso no medirse en lo que se gasta”.
Coloma cita el caso de Quito Turismo, que se rige en una Ordenanza donde consta que por cada dólar que esta recauda, el Municipio le da otro. Cuando ella la gerenció, eso no se cumplía y se lograban ingresos por renta de espacios u organización de eventos. “No se puede pensar que si la empresa no recibe dinero municipal, no puede cumplir lo que debe”.
Según el Observatorio de Gasto Público, la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros fue la única con pérdidas, aunque su déficit bajó de USD 2,2 millones (2017), a menos de medio millón en el 2018.
Esta empresa recibió el año pasado un 52,9% de su presupuesto del Municipio (USD 45 millones). Y el resto se cubrió con sus ingresos por recaudación de pasajes (41,4 millones). Eso suma USD 86,4 millones, pero, finalmente, sus gastos superaron los USD 100 millones.
El extra es por compra de articulados o repuestos que cubre el Municipio. Esta empresa enfrenta los problemas de cobrar una tarifa congelada de 25 centavos, desde hace 16 años. Está en camino un proyecto de ordenanza para subirla a 35 y la contratación de un sistema inteligente de recaudo que eliminaría la evasión y bajaría los costos por sueldos.
La Empresa de Pasajeros informó que está trabajando en un modelo que le permita ser autosustentable, a través de explotación de negocios adicionales que generen fondos para solventar la operación. Pero no dio detalles al respecto.
Leonardo Gómez, coordinador del Observatorio, señala que en las empresas públicas hay potencial, pero las administraciones no hallan un modelo de negocio adecuado. “Depende de las medidas que se tomen internamente para hacer productivo el dinero. Unos usan el capital para sueldos o deudas, pero si lo reinvirtieran, tendrían rentabilidad”.
El edil Eduardo del Pozo, quien preside la Comisión de Presupuesto, explica que hay empresas que cuentan con ingresos propios a través de tasas, como Epmaps, Emaseo, Gestión de Residuos (Emgirs) o Servicios Aeroportuarios y otras como la de Obras Públicas, que vive mayoritariamente de ingresos municipales.
Citó el caso de la Empresa de Hábitat y Vivienda, que fue creada para construir y vender construcciones, pero no ha logrado los objetivos y sigue dependiendo del Cabildo.
La gerenta de Emaseo, Yolanda Gaete, dijo que este año la entidad no pedirá inversión municipal y solo maniobrará con los USD 52 millones que prevé recaudar por la tasa de recolección de basura que paga la gente en la carta de la luz.
El concejal René Bedón señala que la Comisión de Planificación analiza la fusión pendiente entre Emaseo y Emgirs. Los ediles pidieron a sus gerentes informes adicionales, pues en los iniciales consta que el personal de Emaseo tiene beneficios que Emgirs no posee y eso podría generar un problema. Bedón cree que hay que enfocarse en los ingresos por generación de energía limpia de los desechos y la venta de bonos de carbono que -dice- no se han cumplido.