Ayer, en la estación de transporte de la Río Coca (norte), un guardia de seguridad tomó la temperatura a los usuarios. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
A partir de hoy los buses articulados, biarticulados y alimentadores del sistema de transporte municipal de Quito trabajarán al 75% de su capacidad.
Juan Carlos Nájera, subgerente de la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros, explicó que debido al anuncio sorpresivo del COE nacional no han tenido tiempo para señalizar el interior de las unidades para su nuevo aforo.
Un bus articulado tiene capacidad para llevar 160 pasajeros. Con el aforo anterior del 50% movilizaba hasta 80 personas pero a partir de hoy trasladará a 120. En cada unidad todos los asientos estarán ocupados y el resto deberá viajar de pie. Las ventanas del bus deben permanecer abiertas para que haya ventilación.
El funcionario dice que una de las ventajas es que los desplazamientos de los pasajeros no son muy largos. El circuito más extenso demora 42 minutos, pero una persona no siempre viaja de extremo a extremo. Se calcula que en promedio un pasajero pasa 25 minutos dentro del bus.
Nájera señala que como habrá una reducción del espacio entre personas, es clave que todos los pasajeros cumplan con las normas de bioseguridad. Es obligatorio el uso de mascarilla para ingresar tanto a las unidades de transporte como a las estaciones.
Además, antes de entrar, personal municipal debe tomar la temperatura a los pasajeros y si alguien presenta fiebre de 38° o más, no podrá abordar. Según Nájera, la gente si está apoyando el funcionamiento correcto de los buses. Cuando observan que la unidad está llena ya no abordan y esperan a la siguiente.
Para reforzar la bioseguridad se implementarán 50 lavamanos adicionales en las estaciones. Desde mediados de julio, las unidades empezaron a trabajar al 50% de la capacidad. Antes de la pandemia, el sistema movilizaba cada día un promedio de 650 000 personas. Hoy, apenas lo utilizan 195 000, lo que implica una reducción en la recaudación.
En el caso del servicio privado, Jorge Yánez, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte Urbano, indicó que actualmente no hay la demanda necesaria para llegar al 75% de aforo. En la urbe hay 56 operadoras que trabajan con 2 600 buses. De ese total, según el dirigente, solo un 30% está laborando. “Actualmente no se llega ni siquiera al aforo del 40%”.
Guillermo Abad, secretario de Movilidad, dijo que el control del 75% de aforo en los buses es muy complicado. “Con ese número de personas en una unidad no se guardaría la distancia necesaria”.
Por ello -aclaró- se planteará al COE nacional que se mantenga en Quito el aforo del 50%. El Municipio tiene listo el protocolo de reapertura de las terminales interprovinciales de Quitumbe (sur) y Carcelén (norte). Estaba previsto que esta decisión se discuta el 28 de agosto próximo. Sin embargo, hoy se tratará el tema en el COE cantonal.
MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA