Entrevista a Diego Riofrío, director de prevención de adicciones de Quito. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO
Trabajar con la familia, la comunidad y el sistema educativo es el eje central de la estrategia integral de prevención de adicciones en el Distrito Metropolitano de Quito.
Estos actores son esenciales para el abordaje a adolescentes que están rodeados de factores de riesgo, que impulsan al consumo de sustancias, explicó Diego Riofrío. Él es el director del Sistema de Prevención de Adicciones del Municipio de Quito.
Además, lidera el modelo de prevención que se trabajará con los adolescentes de los 21 colegios municipales.
¿Cómo están la ciudad y el país en materia de drogas?
La Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas publicó en el 2019 -con datos del 2016- un informe comparativo de los países de Latinoamérica. Los datos son preocupantes, porque Ecuador se ubica en un nivel alto de consumo de sustancias como el tabaco. Estamos en tercer lugar en jóvenes universitarios. Otro problema es el alcohol con signos de dependencia, en el mismo grupo etario. En hombres es el más alto
de Latinoamérica, llega al 40%. En consumo de marihuana estamos en cuarto lugar después de Colombia, Uruguay y Brasil. El mismo lugar ocupamos si se habla de cocaína.
En el informe 2016, que presentó la ex-Secretaría Técnica de Drogas (Seted), Quito estaba en el octavo lugar de consumo de drogas ilegales. Superamos la media del 12%.
¿Con estos datos, qué acciones se llevarán a cabo en la capital?
Se definió una política pública y un ‘hacia dónde vamos’, por lo que apostamos por trabajar con programas basados en evidencia científica. No son charlas o festivales, son programas que arrancan con objetivos, sustento científico y balances constantes. La idea es disminuir los factores de riesgo. Además, estamos creando el Observatorio Metropolitano de Drogas para tener datos actualizados y planificar de mejor manera.
¿Qué factores de riesgo se han definido?
Van desde psicológicos como baja autoestima, carencia afectiva familiar o del entorno. Hay factores sociales como descomposición familiar, vivir en barrios con conductas de riesgo y factores ambientales como la publicidad sobre consumo, películas y novelas en la televisión.
¿Cómo los combatirán?
El Municipio no tiene que reducir el consumo, Quito debe hacerlo como sociedad: la intervención de la familia, el sistema educativo y la comunidad es importante en este proceso de prevención. Nosotros haremos nuestra parte, por ejemplo, se crearán centros terapéuticos para aquellos adolescentes que se han iniciado en el consumo pero no tienen características de adicción. El objetivo es que los profesionales busquen alternativas para llegar a los adolescentes que viven el inicio del consumo.
¿Cómo serán los tratamientos terapéuticos?
Se trabajará sobre temas no resueltos en la vida del adolescente como pérdidas o duelos. Estará listo en septiembre y se comenzará con acciones en colegios municipales que detecten consumo temprano de drogas, para que comiencen sus terapias. El centro estará en el norte de Quito, por la av. Eloy Alfaro. Estamos en el proceso de protocolos, estrategias y capacitaciones. El próximo año se espera que se abran seis.
¿Cuál es el presupuesto para este centro?
La adecuación cuesta USD 140 000 y trabajarán siete psicólogos y un coordinador. Se dará una cobertura que va entre 150 y 200 adolescentes por tratamiento; estos durarán cerca de tres meses.
¿Qué pasa con los chicos que son consumidores recurrentes?
El tratamiento de adicciones es una competencia del Ministerio de Salud Pública. Si se detectan adicciones, los chicos serán derivados a centros especializados. Nosotros, como GAD (gobierno autónomo descentralizado), hacemos prevención.
¿Con qué estrategia ingresarán en los barrios?
Tenemos el proyecto de prevención desde los barrios, en el que nos uniremos a los líderes. Ellos serán los encargados de determinar cuáles serán los principales problemas y cómo proteger a los chicos. Se les dará capacitación, asistencia técnica, material y demás. Ellos tendrán el nombre de preventores comunitarios de drogas.
¿En qué barrio comenzarán en septiembre?
No vamos a estigmatizar barrios, por lo que veremos quiénes están más organizados. Haremos un piloto en el norte, centro, sur y valles.
¿Alguna acción puntual en los colegios?
En septiembre se introducirá en la malla el tema de la prevención de drogas. Crearemos un entorno para que todos apuesten por la prevención. Vamos a capacitar a docentes, psicólogos, padres y madres. La idea es interrumpir el inicio del consumo.
¿Cuál es el presupuesto para todas estas acciones?
Para este segundo trimestre, USD 505 000 se destinarán a prevención de adicciones en la capital.