Zapata le hereda el enojo mundial a Cuba

Con mi dolor profundo, pido al mundo que exija la libertad de los demás presos; de los demás hermanos que se encuentran encarcelados injustamente, para que no vuelva a suceder lo que ha sucedido con mi hijo”. Este clamor de Reina Luisa Tamayo, madre del fallecido activista cubano Orlando Zapata Tamayo, no es el único. Gobiernos y periódicos de todas partes también piden que el mundo y sus amigos cercanos exijan a Cuba que nadie más vuelva a morir en la isla a causa de su posición política.

El diario español El País lo puso en estas palabras el jueves pasado: “La muerte de Zapata constituye (') un motivo de enérgica condena contra la dictadura más longeva de América Latina y una de las más liberticidas de la historia del continente. Pero es también una prueba decisiva para la comunidad internacional y para el presidente Lula de Silva, que tiene en su mano ejercer como portavoz tanto por su ascendiente latinoamericano como por el hecho de encontrarse en la isla”.

Por azar, el presidente brasileño estuvo en la mira de miles de personas que esperaban de él algo más que sus tibias condolencias.

El sitio web Diario de Cuba también apeló a Lula así como al resto de los mandatarios latinoamericanos en diálogo con el Gobierno cubano.

El silencio del presidente Lula frente a la muerte de Zapata también generó críticas en su país. Acusado de “indulgencia” frente a las violaciones de los derechos humanos en países considerados amigos. “Seguramente la diplomacia brasileña debería manifestarse de alguna manera, porque ha utilizado un doble rasero”, expresó el ex canciller Luiz Felipe Lampreia, en una entrevista al diario Folha de Sao Paulo.

Estados Unidos siguió apegado al mismo guión que ha puesto en escena por décadas. Su secretaria de Estado, Hillary Clinton, recriminó a Cuba por sus acciones y comportamiento frente a la disidencia y aseguró que Washington seguirá “presionando sistemáticamente” para lograr la liberación de los presos políticos.

Ante los reclamos de sus compatriotas, al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, no le quedó más opción que, pese a su simpatía por el Régimen cubano, hacer un duro reclamo por lo ocurrido. Exigió al Régimen castrista que “devuelva la libertad a los presos de conciencia y respete los derechos humanos”.

La muerte de Zapata no facilita la voluntad de España, actualmente presidente temporal de la Unión Europea (UE), de defender ante los 27 un acercamiento a Cuba mediante la firma de un acuerdo de cooperación.

“Esto no ayuda a construir un buen clima de relaciones y confianza entre la UE y Cuba” , dijo el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek. “Tenemos que hablar a nuestros socios y explicar que nuestros valores (...) deben respetarse en todo momento” .

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