El mundialmente famoso Barrio Rojo en Ámsterdam. Foto: Archivo / AFP
El Municipio de Ámsterdam anunció que prohibirá los recorridos por el popular Barrio Rojo en la capital de Holanda. El Cabildo adoptó esa medida para evitar que las trabajadoras sexuales sean tratadas como una atracción turística. La disposición entrará en vigencia en enero del 2020.
Ámsterdam es una de las ciudades europeas más turísticas. Sus calles, canales, mercados, museos, y el Barrio Rojo son los atractivos, pero, este último saldrá de los planes de los grupos guiados.
El Barrio Rojo es unos de los rincones más visitado y criticado. Las luces rojas iluminan los escaparates que exponen a las trabajadores sexuales. Estas vitrinas existen desde el siglo XVII en la ciudad holandesa y se encuentran de manera legal desde el año de 1911. En el lugar, está permitida la venta de estupefacientes por lo que es conocido como uno de los barrios más liberalizados del mundo.
Sin embargo, el atractivo turístico también ha acarreado problemas a la localidad como basura y ruido. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, dijo que “este no es el tipo de prostitución que queremos o que se supone que debiera ser. Por lo que, convertir la prostitución en una atracción turística es humillante e inaceptable”.
Una postura similar la tiene el concejal Udo Koch, quien mencionó que “ya es hora de dejar de ver a las trabajadoras sexuales como una distracción turística”.
Según publica el portal El Español, un promedio de diez grupos guiados se detienen cada hora en la Oudekerksplein, el corazón del Barrio Rojo. La cifra puede aumentar hasta los 48 encuentros de turistas en la hora pico, de acuerdo con cifras del Municipio de Ámsterdam.
La prohibición entrará en vigencia el próximo 1 de enero del 2020, pero la medida afectará a todo el barrio, incluido a los pequeños negocios, por lo que las autoridades han hecho un llamado para que los dueños tomen las medidas respectivas considerando que el sector saldrá de las visitas guiadas.
Otra de las medidas, que también anunciaron las autoridades, es la reducción de los grupos de turistas, la exigencia de permisos y el cambio de horario para visitar la zona.
La disposición municipal determinará que los grupos que visiten el lugar deberá estar conformado por máximo 20 personas y las excursiones se limitarán hasta las 19:00. Además deberán pagar un impuesto, que se denominará “tributo por entretenimiento”.