Corea del Norte anunció ayer que romperá todas sus relaciones con la vecina Corea del Sur, horas después de que Pyongyang amenazara con emprender acciones militares si Seúl sigue violando sus aguas territoriales en su costa oeste.
La creciente tensión entre los dos países se da después de que Seúl haya acusado a su vecino del norte del hundimiento del buque ‘Cheonan’, el 26 de marzo, en el que murieron 46 tripulantes.
Un vocero del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea indicó en un comunicado recogido por la agencia de noticias oficial norcoreana, KCNA, que Pyongyang ha decidido tomar “medidas resueltas” para congelar totalmente las relaciones intercoreanas, revocar el acuerdo de no agresión entre las dos partes y paralizar completamente la cooperación intercoreana.
Según el comunicado, mencionado por la agencia Europa Press, las ocho medidas que va a tomar el régimen norcoreano en una primera fase incluyen la suspensión de todas las relaciones con Corea del Sur y del trabajo de los representantes de enlace del equipo de la Cruz Roja establecido en la zona desmilitarizada de Panmunjom.
Añade que se expulsará al personal que trabaja en la Zona Industrial de Kaesong (en Corea del Norte), donde hay más de 100 empresas que emplean a más de 40 000 norcoreanos y a unos 1 000 surcoreanos. Además, “se prohibirá totalmente el paso de barcos y aerolíneas de Corea del Sur por las aguas territoriales y el espacio aéreo del norte”.
Este anuncio se produce después de que Corea del Sur acusase al país vecino de haber provocado el hundimiento de su buque militar Cheonan -así lo establece una investigación internacional- y de que el presidente surcoreano, Lee Myung Bak, informase que va a imponer una serie de medidas punitivas a Pyongyang. El Gobierno norcoreano niega ser responsable del hundimiento.
Previamente, cada una de las partes hicieron declaraciones que contribuyeron a caldear el ambiente. Mientras el jefe de la delegación militar norcoreana en las conversaciones con Corea del Sur advirtió de que Pyongyang tomará “medidas militares prácticas” para defender su frontera marítima occidental, el presidente surcoreano apoyó la idea de describir de nuevo a Corea del Norte como el “principal enemigo” del país.
El jefe de la delegación norcoreana dijo en un comunicado que entre el 14 y 24 de mayo, decenas de barcos de guerra entraron en aguas norcoreanas del mar Amarillo, lo que supone “una provocación deliberada cuyo fin es generar un conflicto militar en el mar Occidental y, de este modo, llevar las relaciones entre el norte y el sur a una fase de guerra”.
“Si continúan las intrusiones del sur en nuestras aguas territoriales, (el norte) aplicará medidas militares prácticas para defender sus aguas”, señala la nota, recogida por KCNA”.
La Marina surcoreana anunció que va a realizar maniobras con submarinos esta semana en el mar Amarillo. Seúl adelantó ayer medidas que impondrá a Corea del Norte y que incluyen la realización de maniobras conjuntas con Estados Unidos con submarinos; la prohibición de que barcos norcoreanos entren en aguas surcoreanas y la interrupción de todas sus relaciones e intercambios comerciales bilaterales.
El Gobierno ruso pidió a las dos partes que hagan todo lo posible para impedir que el contencioso por el hundimiento de la corbeta ‘Cheonan’ “derive en un conflicto armado”, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró en Pekín, que su país y China “comparten el objetivo de paz y estabilidad en la península de Corea”.
Estados Unidos y Japón prometieron dar su “apoyo unido” a Corea del Sur en su diferendo, informó el Pentágono.