Alexis Ibarra O.
El Mercurio de Chile, GDA
Cuando Nintendo lanzó Wii, los expertos dijeron que era una apuesta arriesgada. No era una consola poderosa, sus gráficos no eran realistas, no tenía Blu-Ray ni otras cosas que sí tenían sus competidores.
Pero tenía algo que el resto no consideró: un mando interactivo que planteaba una nueva forma de jugar. Una donde había que mover los brazos, pararse del asiento, sudar. Pero que también permitía que cualquiera sin experiencia en videojuegos pudiera disfrutar del entretenimiento electrónico.
Así, la Wii se convirtió en un éxito de ventas que ya ha vendido 74 millones de unidades, versus 38 millones de la PlayStation 3 y 42 millones de la Xbox 360. “Que Sony y Microsoft se hayan subido al carro de los controles sensibles al movimiento solo demuestra la gran mina de oro que halló Nintendo: atraer masivamente a nuevos jugadores hacia las consolas.
Esto, además, le da nueva vida a la actual generación de consolas que, al parecer, tendrán un ciclo de vida superior a las anteriores”, dice Alejandro Alaluf, profesor del ramo de Videojuegos en la U. Católica de Chile. PlayStation 3 lanzó un mando llamado Move, mientras que Xbox 360 apostó por Kinect, un sistema que no necesita control, sino que reconoce los movimientos del cuerpo. Probamos ambos. Move se puede comprar en Chile desde septiembre. Consta de un control que tiene una esfera iluminada en su extremo. Esta es captada por una cámara que incluye un micrófono y que se coloca delante del televisor. La forma de jugar Move es muy parecida a jugar con la Wii, con la salvedad de que reconoce movimientos más finos.
Al jugar, por ejemplo, pimpón, los movimientos que hay que hacer son parecidos a jugar con una paleta real. Por lo tanto cansa más. Lo mismo con juegos de peleas, voleibol y otras actividades que vienen en el disco incluido cuando se compra Move. “PlayStation Move es más parecido a la Wii de Nintendo, aunque su mayor diferencia es poder jugar juegos ‘estilo Wii’ en alta definición y lograr que títulos ya existentes puedan ser usados con estos nuevos controles, como Heavy Rain y Resident Evil 5 Gold”, señala Claudio San Martín, creador del sitio www.todossomosgamers.com. San Martín cree que Kinect, para la Xbox 360, es algo distinto.
“Aquí no hay un control externo más que tu propio cuerpo. Es la apuesta más revolucionaria, atractiva y arriesgada. Si bien la primera línea de juegos es bastante familiar, se esperan títulos más complejos”. Kinect se comenzará a vender en noviembre en Chile, pero ya hay un equipo en el país que pudimos probar. Los juegos aún apuntan a un público familiar, y son ideales para animar veladas.
El kit consta de un aparato que incluye cámara infrarroja y de video, además de un micrófono. Al comenzar a jugar hay que pararse frente a él. Reconoce todo movimiento. Y aunque no es necesario calibrar nada, sí hay que estar a suficiente distancia para que detecte el cuerpo. No se debe jugar con ropa demasiado holgada.