Bruselas fue ayer el escenario de frenéticas consultas y preparaciones, en vísperas de las reuniones extraordinarias que mantienen hoy la Comisión Europea y los ministros de Finanzas de la Eurozona. La cita servirá para implementar el plan anticrisis aprobado el viernes por la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la moneda única.
La Comisión tiene, sobre todo, el objetivo de fijar las modalidades del mecanismo de asistencia para los socios que se encuentren con dificultades de presupuesto.
Los ministros de Finanzas deben aprobar el dispositivo, que se basará en empréstitos contraídos por la Comisión Europea. La inquietud relativa a la capacidad de algunos países europeos de ordenar sus finanzas y reembolsar sus deudas provocaron sobresaltos en los mercados financieros y debilitaron al euro esta semana.
“Instalaremos una línea impermeable de defensa de la Eurozona de forma tal que esté lista antes de la apertura de los mercados mañana”, dijo el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Por su parte, el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi adoptó un tono marcial para decretar “el estado de urgencia”, mientras que el presidente francés Nicolás Sarkozy llamó a una “movilización general” .
Los dirigentes de la Eurozona se comprometieron además a “reforzar el pacto de estabilidad” , el instrumento que limita los déficits públicos nacionales de los diferentes países, con un sistema de sanciones más eficaces .
Los dirigentes de la Eurozona se comprometieron a acelerar los esfuerzos de reducción de déficits en los próximos años para tranquilizar a los mercados con relación a la perennidad del euro.
Por su parte, el primer ministro portugués, José Sócrates, cuyo país preocupa a los mercados, anunció su intención de reducir el déficit del 2010 a 7,3% del Producto Interno Bruto (PIB) , contra el 8,3% previsto, aplazando numerosas inversiones públicas.
“Frente a la crisis griega, Europa tiene el mismo desafío que en octubre del 2008 después de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers y de la crisis bancaria furto de la burbuja inmobiliaria”, aseguró Christian de Boissieu, profesor de economía en la Universidad de París.
La canciller alemana Ángela Merkel, afirmó, en cambio, que “la creación del fondo de apoyo a los países en dificultad constituye una señal clara contra los que especulan contra el euro”.
Del otro lado, en Grecia, más de la mitad de los griegos apoyan el acuerdo de austeridad a cambio de ayuda con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y están dispuestos a hacer más sacrificios para resolver la crisis de deuda de Atenas.
En un sondeo del diario Proto Thema, el 54,2% de los griegos respalda el acuerdo que prevé duros recortes de salarios y pensiones a cambio de un paquete de ayuda de USD 147 600 millones en créditos de emergencia.
Solamente cerca de un tercio, o 33,2%, dijo que prefería que Grecia tratara de emerger de la crisis sola, aún eso si significaba un riesgo de cesación de pagos.
Día clave para Ángela Merkel
Unos 13,5 millones de alemanes de Renania del Norte-Westfalia, uno de los estados más ricos del país, sufragan hoy en unas elecciones regionales cuya votación estará influenciada por la ayuda económica a Grecia.
Si los votantes deciden correr del Gobierno a los conservadores y a los liberales democráticos, la canciller Ángela Merkel no tendrá mayoría en el Bundersrat (la Cámara Alta germana).
Un sondeo realizado por YouGov para el diario Bild confirmó el peso de la crisis económica griega porque el 21% de los electores de la región dijo estar convencido que las ayudas a Atenas influirán en su voto.
El candidato de Merkel para las elecciones es el democristiano Juergen Ruettgers, mientras que por la oposición socialdemócrata se presenta Hannelore Kraft.
Los últimos sondeos dan al partido de Merkel aproximadamente el 37% y a los aliados del Partido Liberal Democrático el 6%. La oposición, en tanto, alcanzaría alrededor del 37% y los Verdes llegarían al 10%.