Pacientes y personal sanitario participan en una protesta por el deterioro del sistema de salud y la escasez de materiales y medicamentos en el Hospital Dr. José María Vargas, en Caracas (Venezuela). Foto: Archivo EFE
Unicef invertirá USD 32 millones para reducir la mortalidad materno-infantil y proteger la niñez en Venezuela, sumida en una severa crisis económica, informó este viernes 5 de octubre del 2018 el organismo de Naciones Unidas en Caracas.
El aporte se formalizó mediante un acuerdo suscrito este viernes en Caracas por la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval, y el canciller venezolano Jorge Arreaza.
“El plan de acción firmado hoy entre el Gobierno y Unicef plantea un techo financiero de USD 32 millones”, para “programas orientados a la reducción de la mortalidad materno-infantil”, indicó Unicef Venezuela en una nota de prensa.
La mortalidad infantil aumentó 30,12% en 2016, con 11 466 muertes de niños de 0 a 1 año, y la materna se disparó 65%, según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Salud venezolano.
La debacle económica muestra uno de sus lados más crudos en una hiperinflación que treparía a 1 000 000% al término de 2018 y limita el acceso a alimentos, combinada con la escasez de medicamentos que, según la Federación Farmacéutica, promedia un 85%.
Se suma la merma de hasta un 80% de insumos hospitalarios y de un 90% en fórmulas lácteas para recién nacidos que anteriormente eran suministradas gratuitamente en centros asistenciales.
Perceval, quien también se reunió con el presidente venezolano Nicolás Maduro, entregó “30 toneladas de suministros de salud destinados a apoyar programas nacionales de control de enfermedades”, detalló el escrito.
Debido a la crisis, “Unicef ha extendido su apoyo progresivamente desde 2016, y el acuerdo suscrito hoy supone un incremento de seis veces de los fondos que destinará a estrategias de cooperación técnica, capacitación, dotación de insumos y promoción de derechos hasta fines de 2019”, agregó el boletín.
Confrontado a un gran rechazo popular y sometido a un cerco diplomático, Maduro niega la existencia de una “crisis humanitaria” en el país petrolero, y sostiene que esas afirmaciones son parte de una operación de propaganda para justificar una intervención militar.