El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó su preocupación por las reformas aprobadas por la Asamblea Legislativa que permiten encarcelar a menores en prisiones de adultos.
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Unicef señaló que estas reformas habilitan que menores privados de libertad por delitos cometidos en modalidad de crimen organizado cumplan su detención provisional o pena de prisión en centros penitenciarios de adultos administrados por la Dirección General de Centros Penales.
“Si bien el decreto menciona que los adolescentes estarán en pabellones separados, la administración de los centros pasará a una entidad sin especialización en niñez y adolescencia, y las medidas se aplicarán en instalaciones diseñadas para adultos“, indicó en un comunicado difundido en Panamá.
El Congreso reformó la Ley Penal Juvenil para que “los menores de edad pertenecientes a pandillas cumplan sus condenas en centros penales de adultos cuando hayan sido encontrados culpables de cometer delitos de crimen organizado”, según informó el órgano Legislativo.
Señaló que estas reformas evitarán que estos menores reciban el mismo tratamiento penal que quienes han cometido delitos de menor gravedad o han delinquido de manera aislada o eventual.
Además, se aprobaron cambios en la Ley Penitenciaria. Con esto, al ser trasladados a cárceles comunes, los jóvenes permanezcan en pabellones separados hasta los 18 años. Luego, al alcanzar la mayoría de edad, pasarán al régimen general de adultos.
La medida contraviene medidas internacionales, según Unicef
Para Unicef, estas reformas contravienen la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y otros instrumentos internacionales sobre el trato y las condiciones de privación de libertad de menores, incluida la detención preventiva y la prisión posterior a la sentencia.
La entidad advirtió que estos cambios representan un retroceso en los compromisos asumidos por El Salvador para garantizar un sistema de justicia juvenil con enfoque diferenciado, individualizado y especializado.
“Existen abundantes evidencias de que internar adolescentes en prisiones para adultos pone en peligro su seguridad, salud y desarrollo psicológico y emocional, además de afectar su capacidad de reinserción en la sociedad”, agregó Unicef.
Junto a Unicef, también manifestaron su preocupación el Comité de los Derechos del Niño (CRC), la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Oacnudh-ca) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa).