Un hombre mira a través de la ventana de su casa, de cuyo balcón cuelga una gran bandera turca. Foto: EFE
Turquía quiere castigar con la misma dureza a los condenados por tráfico de personas que por terrorismo, informó el martes 23 de febrero del 2016 el viceprimer ministro, Numan Kultulmus, durante un encuentro con corresponsales de agencias de noticia internacionales en Ankara. El Parlamento aprobará “muy pronto” una ley al respecto, señaló. “Y nosotros la aplicaremos de inmediato”.
Turquía está incrementando sus esfuerzos para combatir el tráfico de personas y mejorar las condiciones de los refugiados en Turquía, aseguró, como parte de un acuerdo con la UE. A cambio, Bruselas prometió al país 3 000 millones de euros en ayudas. Kurmultus anunció que este año 650 000 niños refugiados sirios podrán ir a la escuela en Turquía, en torno al doble de los que lo hacen en estos momentos.
Turquía es el país de tránsito más importante para los refugiados sirios de camino a la UE. El año pasado, las autoridades frenaron a 156 000 refugiados que cruzaban ilegalmente la frontera, de ellos 91 000 por mar, y arrestaron a 4 800 traficantes de personas, según Kurtulmus.
El viceprimer ministro señaló además que aún no se ha acordado la devolución de los refugiados rescatados por barcos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Egeo, aunque se sigue negociando al respecto. No está claro, sin embargo, si habrá problemas con la repatriación.
La OTAN señaló que los refugiados e inmigrantes rescatados en sus operaciones serían llevados de vuelta a Turquía incluso aunque ya se encuentren en aguas griegas.
Kurtulmus destacó que la labor de la misión de la OTAN bajo mandato alemán es, entre otras cosas, reunir información, observar la situación en la zona e informar a las fuerzas de seguridad turcas sobre los barcos avistados para que la guardia costera pueda frenarlos.
La alianza atlántica señala que la operación está dirigida contra el tráfico de personas y la migración ilegal.