El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este martes, 13 de mayo de 2025, que la gran transformación de Oriente Medio “no viene del intervencionismo occidental, aireado con lecciones sobre cómo vivir o cómo gobernar sus propios asuntos“. El mandatario realiza una gira por Arabia Saudita y se encuentra en Abu Dabi.
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Una nueva generación de líderes en Oriente Medio
“Las relucientes maravillas de Riad o Abu Dabi no fueron creadas por los llamados constructores de naciones, los ‘neocons’ (neoconservadores) o las fundaciones liberales como las que se gastaron billones fracasando en el desarrollo de Kabul o Bagdad”, dijo.
El presidente estadounidense abrió el primer capítulo de su política exterior con un discurso en Arabia Saudí en el que llamó a dejar detrás el intervencionismo occidental en Oriente Medio y respaldó a una “nueva generación de líderes” que reconduzca la compleja región a través de los negocios y la inversión.
Utilizando el ejemplo de su anfitrión, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, Trump criticó el pasado de “construcción de naciones” en países como Irak o Afganistán, con críticas a los “neocons” (neoconservadores), y con referencias a las políticas de previas administraciones demócratas y republicanas en esos países.
“Ante nuestros ojos, una nueva generación de líderes está trascendiendo conflictos antiguos, cansados de divisiones pasadas, y que están forjando un futuro donde Oriente Medio es definido por el comercio y no el caos; donde se exporta tecnología y no el terrorismo, donde la gente de diferentes naciones, religiones y credos construye ciudades en lugar de bombardearse”, explicó Trump al inicio de su primer viaje internacional de su segundo mandato.
Foro de inversiones bilaterales
“Al final, aquellos llamados constructores de naciones destruyeron más naciones que las que levantaron los intervencionistas, que intervinieron en sociedades complejas que no entendían. Les dijeron cómo hacerlo, pero no sabían ni aplicárselo a sí mismos“, indicó Trump en el plenario de un foro de inversiones bilaterales acompañado del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
En opinión de Trump, que dio un discurso inesperadamente disciplinado en un foro de inversiones estadounidense-saudí, ya ha pasado la era en la que Occidente “daba lecciones sobre cómo vivir o cómo gobernarse a sí mismo”, dado que ha llegado el momento de dejar que los países árabes florezcan con “su propia visión y trazando su propio destino”.
Irán, un ‘futuro brillante’ sin arma atómica
Trump no dejó fuera de su visión ni a Irán, a quien urgió alcanzado de inmediato un acuerdo nuclear que garantice que nunca pueden tener un arma atómica a cambio de un “futuro brillante”.
Si Teherán no deja de ser el mayor poder desestabilizador de la región, el mandatario prometió “infligir máxima presión masiva”, un eufemismo lejos de una amenaza militar de un presidente que ha prometido no meterse en guerra extranjeras.
El mandatario estadounidense aseguró que pese a las diferencias “demostré repetidamente que estoy dispuesto a poner fin a conflictos y forjar nuevas alianzas para un mundo mejor, más estable”, porque “nunca he creído en enemigos permanentes”.
Fin a las sanciones de Siria
En su alocución, el presidente estadounidense, arropado por los hombres más ricos de Estados Unidos e inversores saudíes, anunció que retirará las sanciones que pesan sobre Siria, impuestas durante el mandato de Bachar al Asad, derrocado el pasado diciembre.
Esta decisión se produce un día antes de que tenga un breve encuentro con el presidente sirio interino, Ahmed Al Sharaa, que comenzó su ascenso en el caos de la guerra siria como integrante de los yihadistas del Frente al Nusra.
De esta forma, Trump busca que Siria se estabilice y comience su proceso para reconstruir el país árabe, sumido en una destrucción tras casi 14 años de guerra.
El ministro sirio de Exteriores, Asaad al Shaibani, agradeció el anuncio, una medida que consideró “crucial” para su país.
Trump alaba a los líderes del Golfo
Trump se reunirá mañana, miércoles 14 de mayo de 2025, en Arabia Saudí con los líderes del Consejo de Cooperación de Golfo.
En particular, reconoció el liderazgo de Bin Salmán, primer ministro saudí y líder de facto del país, y que fue criticado por sus purgas internas y por violar los derechos humanos, por modernizar el país, aunque le urgió a sumarse a los Acuerdo de Abraham y normalizar relaciones con Israel, algo en lo que se interpone la falta de resolución en los territorios palestinos.
Bin Salmán, que tomó las riendas del país de un rey Salmán debilitado por la vejez y tras deshacerse de facciones opositoras en intrigas palaciegas, correspondió a Trump con una visita de Estado con toda la pompa de la Casa de Saúd y con la promesa de invertir, apoyado en sus fondos soberanos, 600.000 millones de dólares en proyectos en Estados Unidos o con sus empresas.
Ese anuncio incluye un paquete de gasto en defensa por un monto récord de 142.000 millones de dólares y que no está claro si incluirá los caza avanzados F-35, que en esta región EE.UU. solo ha conseguido vender a Israel.
El eje central de la visión de Trump para Oriente Medio tuvo mucho que ver con el lugar donde pronunció su discurso, rodeado de los hombres más ricos de Estados Unidos (desde Elon Musk a los consejeros delegados de BlackRock, Nvidia o Uber) y de Arabia Saudí, en un palacio de congresos versallesco, repleto de dorados y con unas gigantescas lámparas de cristal de araña.
La escena la completaban hombres con gorras de ‘Make America Great Again’, algunos judíos con kipá y un mar de hombres con la tradicional kufiya saudí que recibieron con la misma pasión y vítores a Trump.
“En esta península, lugares como Dubái o Abu Dabi experimentaron transformaciones increíbles. Delante de nuestros ojos, una nueva generación de líderes está trascendiendo conflictos antiguos y se cansaron de las divisiones del pasado y quieren forjar un futuro para Oriente Medio definido por el comercio y no por el caos”, aseveró Trump.
El foro contó con la presencia de centenares de empresarios de ambos países, incluidos los consejeros delegados de las mayores empresas de Wall Street o el magnate y hombre de confianza de Trump, Elon Musk.
¿Dónde está ubicado Abu Dabi?
Abu Dabi es la capital y segunda ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos, así como del emirato homónimo. Abu Dabi se encuentra en una isla en forma de T al sureste del golfo Pérsico. El emirato en sí cubre una superficie de 67 340 km² y tenía una población de 860 000 habitantes en 2007.