Policías persiguen a un hombre que se manifestaba cerca de la Casa Blanca por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense desarmado que murió en custodia policial. Foto: REUTERS.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes 2 de junio del 2020 que tropas del ejército deberían tomar las calles de Nueva York para frenar los disturbios, mientras las autoridades del país se preparaban para otra noche de protestas debido a la muerte de George Floyd, un afroamericano desarmado que estaba bajo custodia policial.
Decenas de ciudades se encuentran bajo toques de queda. El jefe de la Guardia Nacional dijo el martes que 18 000 efectivos del organismo estaban asistiendo a las policías locales en 29 estados.
Legisladores y agentes de seguridad parecían desconcertados por el alcance del caos durante la noche en algunas de las principales ciudades del país, donde policías recibieron disparos, piedras y proyectiles al enfrentarse con multitudes hostiles.
Los manifestantes rompieron vidrios y saquearon tiendas en Nueva York, incluidas las minoristas de lujo de la Quinta Avenida, y prendieron fuego a un centro comercial de Los Ángeles. Cuatro policías fueron alcanzados por disparos en St. Louis y uno en Las Vegas, que resultó herido de gravedad, según autoridades.
Donald Trump amenazó con usar el ejército para luchar contra la violencia que estalla mayormente en la noche, después de un día de protestas pacíficas. El mandatario ha criticado a las autoridades locales, incluidos los gobernadores estatales, por su respuesta a los disturbios.
“NYC, Llama a la Guardia Nacional. Los canallas y perdedores te están destrozando ¡Actúa rápido!”, dijo Trump en un tuit el martes. Desplegó miles de soldados armados y agentes de policía en la capital del país y prometió hacer lo mismo en donde las autoridades no puedan reganar el control.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, expresó indignación por el caos en la ciudad más grande de Estados Unidos, y dijo que el alcalde y la policía “no hicieron su trabajo anoche”. Agregó que creía que el alcalde Bill de Blasio subestimó el alcance del problema.
Cuomo dijo que había ofrecido apoyo de la policía estatal a los alcaldes o de 13 000 efectivos de la Guardia Nacional que estaban en espera. Con una fuerza policial de 38 000 efectivos, la ciudad de Nueva York debería poder abordar los disturbios por sí sola, agregó.
De Blasio puso paños fríos a la idea de desplegar la Guardia Nacional en su ciudad.
Fuerza excesiva
Un manifestante se enfrenta a oficiales en una protesta organizada cerca de la Casa Blanca por la muerte de George Floyd. Foto: REUTERS.
Los manifestantes salieron a las calles después de la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años que falleció después de que Derek Chauvin, un policía blanco le aplicara presión a su cuello con la rodilla durante casi nueve minutos en Mineápolis, el 25 de mayo.
El oficial de policía de 44 años, fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Otros tres oficiales involucrados en el incidente no han sido acusados.
La muerte de Floyd ha reavivado el explosivo tema del uso excesivo de la fuerza policial, especialmente contra los afroamericanos, y llevó a una dolorosa revisión de las relaciones racistas cinco meses antes de que un dividido Estados Unidos concurra a las urnas en una votación presidencial.
Algunos de los que se han reunido en el sitio de la muerte de Floyd han invocado el mensaje no violento de fallecido líder de los derechos civiles estadounidense Martin Luther King Jr, asesinado en 1968, como el único camino hacia el futuro.
“Él estaría realmente horrorizado por la violencia porque dio su vida por estas cosas”, dijo Al Clark, de 62 años, un hombre afrodescendiente que condujo al memorial de Mineápolis con uno de los discursos de King desde su camioneta. “Pero puedo entender la frustración y la ira”.
Las protestas han aumentado las tensiones raciales en un país golpeado duramente por la pandemia de coronavirus, con afroamericanos representando un número de casos desproporcionadamente alto y siendo golpeados por la pérdidas de empleos debido a los confinamientos para frenar la propagación de la enfermedad.