Trump pone contra la pared al presidente mexicano Peña Nieto

A la izquierda el presidente de los EE.UU., Donald Trump y a la derecha el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Fotos: AFP

A la izquierda el presidente de los EE.UU., Donald Trump y a la derecha el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Fotos: AFP

A la izquierda el presidente de los EE.UU., Donald Trump y a la derecha el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Fotos: AFP

Donald Trump aumentó dramáticamente este jueves 26 de enero del 2017 la tensión en la relación con México al sugerirle al presidente Enrique Peña Nieto que anule su visita a Washington si no quiere pagar el muro que será construido en la frontera entre los dos países.

Los dos mandatarios habían acordado esta semana una visita de Peña Nieto para el 31 de enero, pero la orden de Trump de iniciar la construcción del muro fronterizo añadió un ruido ensordecedor en la comunicación entre ambos países.

La insistencia de Trump en que México pague por el muro y la firme respuesta contraria de Peña Nieto llevaron este jueves a Trump a redoblar la apuesta.

“Si México no quiere pagar el muro que necesitamos tanto, mejor que se cancele la próxima visita”, expresó el presidente estadounidense en Twitter.

Trump dijo que Estados Unidos tiene un déficit comercial con México del orden de USD 60 000 millones anuales.

“Ha sido un acuerdo de un solo lado desde el inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con enorme número de empleos y empresas perdidas”, apuntó Trump.

Este aumento en la tensión de las relaciones bilaterales a causa del muro coincide con la intención del presidente estadounidense de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que los dos países integran junto con Canadá.

“México no pagará ningún muro” 

El Presidente estadounidense firmó el miércoles 25 de enero dos decretos sobre fortalecimiento de la vigilancia migratoria, siendo que el primero de ellos determina el inicio “inmediato” de los pasos necesarios para construir un “muro físico” en la frontera.

En declaraciones a la red de TV ABC News, Trump insistió en que México pagará por la gigantesca obra, cuyo costo podría alcanzar hasta los USD 50 000 millones, según diversas fuentes.

En esa entrevista, Trump admitió que Estados Unidos tendrá que pagar por la obra pero apuntó que “más adelante” México resarcirá el dinero “mediante cualquier transacción que hagamos” con ese país.

Ese mecanismo para hacer que México pague un resarcimiento a Estados Unidos podría ser “complejo”, señaló Trump, pero no dejó dudas de que eso sucederá.

Los dos decretos firmados el miércoles por Trump determinan un rígido ajuste de clavijas en la política estadounidense hacia inmigrantes en situación irregular.

Los decretos determinan el congelamiento de fondos a ciudades y distritos que se nieguen a arrestar inmigrantes ilegales y determina fondos para construir más centros de detención en la zona de frontera.

Sin embargo, las provisiones para el inicio “inmediato” del diseño, planificación y construcción del muro a lo largo de la frontera -una polémica promesa de su campaña electoral- concentró las atenciones y la indignación.

En un mensaje a la nación, Peña Nieto reiteró el miércoles que su país no pagará por el muro, al tiempo que varios partidos políticos mexicanos lo presionaban a que cancele la visita a Washington.

“Lamento y repruebo la decisión de Estados Unidos de continuar la construcción de un muro que desde años lejos de unirnos, nos divide (...). Lo he dicho una y otra vez: México no pagará ningún muro", expresó el Jefe de Estado. 

Los 'santuarios' reaccionan

En el plano interno, las reacciones de indignación a las medidas anunciadas por Trump no se limitaron solo a los manifestantes que salieron a las calles de Nueva York a protestar.

Los alcaldes de Los Ángeles y Nueva York, las dos mayores ciudades “santuario” en Estados Unidos, condenaron públicamente los decretos y aseguraron que continuarán protegiendo a los inmigrantes que viven allí.

“Protegeremos a toda nuestra gente sin importar de dónde vienen y sin importar su estatus migratorio”, dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa.

Por su parte, Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles, dijo que su ciudad seguirá siendo tolerante y dará la bienvenida a todas las personas “sin importar lo que suceda en Washington DC”.

Los alcaldes de otras cuatro ciudades californianas -San Francisco, Oakland, San José y Berkeley- también denunciaron el decreto de Trump en un comunicado conjunto.

El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, también fue claro: “Aunque tú seas de Polonia, Pakistán, India, Irlanda, Israel, México o Moldavia, bienvenido seas a Chicago”.

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