Tres muertos tras disparos Policía contra trabajadores en huelga en Camboya

Trabajadores del textil se manifiestan en una calle de Phnom Penh (Camboya), hoy, jueves 2 de enero de 2014. El Ejército camboyano disolvió con armas de fuego hoy una manifestación de trabajadores del textil. Foto:EFE

Trabajadores del textil se manifiestan en una calle de Phnom Penh (Camboya), hoy, jueves 2 de enero de 2014. El Ejército camboyano disolvió con armas de fuego hoy una manifestación de trabajadores del textil. Foto:EFE

Al menos tres personas han muerto hoy en Camboya después de que la Policía disparara contra trabajadores del textil, en huelga para exigir una subida del salario mínimo, en la segunda jornada consecutiva de violencia, informó la prensa local.

"De momento hay tres muertos confirmados, dos heridos y dos personas detenidas por las fuerzas de seguridad", dijo el jefe de la Policía municipal de Phnom Penh, Chuon Narin, al diario "Cambodia Daily".

Los manifestantes, armados con palos y barras de hierro, se atrincheraron detrás de barricadas en uno de los suburbios industriales de la capital y lanzaron piedras y cócteles molotov contra la Policía Militar, que respondió con ráfagas de AK-47. "No podemos permitir que bloqueen la carretera. Tenemos que disolverlos. No tenemos otra opción", dijo al mismo periódico el comandante de la Policía Militar de Phnom Penh, Roth Srieng.

Los incidentes tienen lugar en el polígono industrial de la avenida de Veng Sreng, en el distrito de Pur Senchey, cerca del lugar donde ayer una unidad de las fuerzas especiales del Ejército disolvió violentamente una protesta de trabajadores.

Un centenar de soldados, armados con porras, cuchillos y rifles, provocaron dos choques violentos y detuvieron al menos quince personas entre líderes sindicales, trabajadores y monjes budistas, lo que generó las críticas de varias ONG. "El uso de la Unidad de Comando Especial 911 para suprimir a los manifestantes cerca de la fábrica Yak Jin en el distrito Pur Senchey en Phnom Penh no tiene precedentes", señalaron la Liga Camboyana para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y el Centro de Educación Legal para la Comunidad. "Y muestra una nueva táctica alarmante para suprimir violentamente las protestas largamente pacíficas", agregaron las organizaciones.

La violencia, que causó varias decenas de heridos y se alargó toda la noche, estalló después de que terminara sin acuerdo una reunión entre el Gobierno camboyano y representantes sindicales sobre un incremento salarial por el que los trabajadores están en huelga desde la semana pasada.

El Ejecutivo propuso esta semana un aumento adicional de 5 dólares a una anterior oferta de subir el salario mínimo de 80 a 95 dólares mensuales, pero las trabajadores rechazan estas ofertas y piden que el aumento llegue a los 160 dólares al mes. La Asociación Camboyana de Fabricantes del Textil denunció los daños causados por los manifestantes en varias fábricas y rechazó la oferta del Gobierno de participar en las negociaciones hasta que se garantice la seguridad. La organización acusa a los sindicatos de provocar la violencia y condicionar las negociaciones con amenazas. "

Queremos que el Gobierno haga cumplir la ley y garantice la seguridad. No atenderemos a ninguna reunión hasta que la situación se haya calmado", dijo a Efe por teléfono el secretario general de la asociación, Ken Loo. Según el portavoz de la patronal, el 85 por ciento de las 500 fábricas del país, la mayoría situadas en polígonos industriales de la capital, siguen cerradas debido a los disturbios. La industria textil y de calzado emplea a unas 500.000 personas y representa alrededor del 95 por ciento del total de exportaciones de Camboya, con un volumen de negocio que en los primeros once meses del año se situó en cerca de 5.070 millones de dólares.

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