Vista general muestra el campo de refugiados Zaatari este jueves, cerca a la frontera con Siria. Foto: EFE
Tres hospitales del noroeste de Siria fueron blanco, el domingo 5 de mayo del 2019, de ataques aéreos imputados a Rusia, informó una oenegé, precisando que al menos dos de ellos quedaron fuera de servicio en el bastión yihadista de Idlib, bombardeado a diario por el régimen y su aliado ruso.
Por otro lado, ocho civiles murieron en bombardeos del régimen de Bashar al Asad y Moscú en diversos sectores de la región, uno de ellos en los ataques contra uno de los hospitales, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos en Idlib y los territorios insurgentes adyacentes, principalmente de la provincia de Hama, aumentaron en intensidad en los últimos meses.
Este domingo 5 de mayo del 2019, un hospital de la localidad de Kafranbel y otro hospital subterráneo cerca de la localidad vecina de Hass resultaron golpeados por estos ataques.
Los ataques fueron atribuidos a Moscú por el OSDH, a partir del tipo de avión utilizado, del lugar del ataque, de los planos de vuelo y de las municiones utilizadas.
“El hospital en Kafranbel está fuera de servicio. Los pacientes fueron transferidos a otros establecimientos de la región”, indicó el director de la OSDH, Rami Abdel Rahman, agregando que un civil murió en los bombardeos al hospital.
Un tercer hospital, instalado en unas grutas de la localidad de Kafr Zeita, en el norte de la provincia de Hama, fue blanco de los ataques rusos, según el OSDH, que no pudo evaluar la amplitud de los daños.
Las autoridades sanitarias locales aseguraron que la instalación quedó fuera de servicio. Ya a finales de abril un centro médico y dos hospitales habían quedado fuera de servicio por los bombardeos, indicó la misma fuente.
“Una violencia como esta es totalmente inaceptable. Los hospitales son, y deben mantenerse, santuarios de neutralidad”, reaccionó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) .
Desde septiembre de 2018, Idlib es objeto de un acuerdo negociado por Moscú y Ankara que apoya a algunos grupos rebeldes con el que se busca implementar una zona desmilitarizada que separe a los sectores yihadistas e insurgentes de las zonas gubernamentales.
Este acuerdo permitió evitar una ofensiva de envergadura del ejército sirio, a pesar de que algunas de sus disposiciones quedaron en letra muerta y de que el régimen continúa bombardeando.
La agencia oficial Sana informó la muerte de un civil en un ataque de grupos terroristas que lanzaron cohetes contra una pequeña ciudad controlada por el régimen, cerca de la provincia de Idlib.
La guerra en Siria, que empezó en 2011 tras la represión de manifestaciones prodemocracia, ha dejado más de 370 000 muertos.