Ted Cruz fue abucheado por la multitud que gritaba “¡Queremos a Trump!”. Foto: AFP
El derrotado aspirante presidencial estadounidense Ted Cruz sembró ayer, 20 de julio del 2016, el desorden en la convención republicana al negarse a respaldar explícitamente al candidato oficial del partido, Donald Trump, y dejó claro que la unidad partidista es una quimera.
Cruz recibió una ovación al subir al escenario pero los vítores se transformaron en abucheos cuando quedó claro que el senador por Texas no iba a respaldar a su antiguo rival y no iba a pronunciar la frase que todos esperaban: “Voten a Trump”.
El propio Trump añadió dramatismo al momento, entrando a las tribunas del Quicken Loans Arena, la sala de Cleveland donde se celebra la convención, poco antes de que Cruz terminara su discurso, observando con calma la reacción hostil de muchos delegados.
“Merecemos líderes que defiendan principios, que nos unan alrededor de valores compartidos, que prefieran el amor a la rabia”, dijo Cruz, enumerando sus críticas recurrentes al hombre de negocios.
“Si aman a su país y aman a sus hijos como sé que lo hacen, exprésense y voten con su conciencia”, dijo, y fue inmediatamente interrumpido por los abucheos de la multitud que gritaba “¡Queremos a Trump!”.
El mensaje cayó como un misil en una convención ya agujereada desde el primer día por la rebelión de los delegados antiTrump y por los errores de los responsables de su campaña.
“Guau, Ted Cruz fue despedido con abucheos del escenario, no cumplió su promesa”, escribió Trump en Twitter, en referencia al compromiso de los 17 candidatos republicanos de que apoyarían al ganador de las primarias, fuese quien fuese.
“Vi su discurso dos horas antes pero lo dejé hablar de todas maneras ¡No pasa nada!”, añadió.
En la penúltima jornada de la convención republicana, Trump esperaba sumar más apoyos para cumplir su sueño de llegar a la Casa Blanca.
El hombre de negocios neoyorquino, de 70 años, fue aclamado el martes, como manda la tradición, como candidato presidencial del “Grand Old Party” por los delegados en la convención.
Pero la actitud de Ted Cruz le obliga ahora a imponer disciplina dentro del partido el jueves, en su esperado discurso que cierra la convención, antes de aceptar oficialmente la candidatura republicana y empezar la guerra contra Hillary Clinton, la candidata demócrata.
El miércoles, el gobernador de Indiana, Mike Pence, subió al escenario en su primera intervención como candidato a vicepresidente. “Estoy profundamente honrado por su confianza”, dijo Pence, de 57 años, prácticamente un desconocido a nivel nacional.
El gobernador, miembro del ala más conservadora del partido y conocido por sus posturas antigay y antiaborto, quiere otorgar un toque seriedad a la campaña del explosivo magnate sin experiencia política, una tarea que parece difícil.
Discurso “deplorable”
La actitud de Ted Cruz molestó a algunos delegados, como Mary Balkema, que calificó de “deplorable” su discurso. “Estábamos realmente esperando de él que mostrara unidad y apoyara al candidato, lo que no hizo. Creo que fue el abucheo más largo que he escuchado públicamente, fue realmente vergonzoso”, dijo a la AFP esta tesorera de Michigan de 49 años.
El caos en la convención ocurrió pocas horas después que la campaña de Trump intentara enterrar la polémica por las acusaciones de plagio en el discurso que su esposa Melania Trump pronunció en la jornada inaugural de la convención, el lunes.
“Fue mi error”, dijo un miembro de la campaña de Trump, reconociendo haber usado frases de Michelle Obama para el el discurso de la exmodelo eslovena.
Trump lanzó su candidatura hace 13 meses en sus oficinas de Nueva York, declarando que los inmigrantes mexicanos indocumentados eran violadores y narcotraficantes. Entonces su nominación parecía imposible.
Pero desde entonces ha desafiado todas las previsiones. Y ello a pesar de sus insultos a los inmigrantes y a los musulmanes y al hecho de que ignora el sistema de campaña oficial y prefiere la cobertura gratuita de los medios.
El miércoles se vivieron algunas escaramuzas en las calles de Cleveland, protegida con grandes medidas de seguridad durante la convención.
Aunque en su mayoría las manifestaciones transcurrieron sin incidentes, 18 personas fueron arrestadas el miércoles tras un choque entre manifestantes y policías durante una protesta en la que intentaron quemar banderas estadounidenses.