El teléfono, un arma contra la violación de los DD.HH.

El uso generalizado de la tecnología digital, como las imágenes satelitales, las cámaras adheridas al cuerpo y los teléfonos inteligentes, es una nueva herramienta para registrar y denunciar la violación de los derechos humanos en el mundo.

"Todos hemos visto cómo se registran en los teléfonos celulares las acciones de agentes de policía y otras personas que utilizan una fuerza excesiva, y eso conduce a medidas contra los responsables", declaró el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre ejecuciones extrajudiciales, Christof Heyns.

Miles de millones de personas en todo el mundo llevan ahora en sus bolsillos un arma poderosa para registrar este tipo de hechos, afirmó.

"El hecho de que esto sea bien conocido puede ser un factor de disuasión importante contra los abusos", añadió Heyns, en un informe ante la sesión número 29 del Consejo de Derechos Humanos, que comenzó sus tres semanas de reuniones en Ginebra el 15 de este mes.

Heyns señaló que los equipos y los programas que producen y transmiten la información en el espacio digital pueden desempeñar un papel creciente en la protección de todos los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, al reforzar la función de los "testigos civiles" en la documentación de estas infracciones.

En su informe, Heyns exhortó al sistema de la ONU y otros organismos internacionales a "ponerse al día" con el rápido desarrollo de innovaciones en materia de investigación de los derechos humanos.

"La era digital presenta desafíos que solo pueden enfrentarse mediante el uso inteligente de las herramientas digitales", sostuvo.

Javier El Hage, director jurídico de la independiente Fundación de Derechos Humanos (HRF, en inglés), con sede en Nueva York, dijo a IPS que puede corroborar las conclusiones del relator especial relativas a que las tecnologías informáticas y de la comunicación (TIC), como las cámaras de teléfonos celulares, son fundamentales en la documentación de ejecuciones extrajudiciales.

El Hage mencionó los ejemplos de sociedades democráticas, como Alemania o Estados Unidos, donde la documentación de instancias de brutalidad policial y ejecuciones extrajudiciales por parte de testigos civiles genera un control eficaz sobre el abuso de las fuerzas del orden.

Pero también se refirió a los ejemplos de "regímenes autoritarios", donde los propios testigos pueden ser víctimas de ejecución extrajudicial por filmar la brutalidad policial.

"Incluso en Corea del Norte, la sociedad más represora y cerrada del mundo, las imágenes satelitales hace tiempo que ayudan a determinar la ubicación exacta y el cálculo de la población en los campos de prisioneros, y recientemente ayudaron a revelar un caso… de fusilamiento, en el cual los verdugos utilizaron ametralladoras antiaéreas", sostuvo.

Heyns informó que diversas organizaciones están desarrollando aplicaciones de alerta que periodistas, defensores de derechos humanos y otras personas pueden utilizar para enviar un mensaje de emergencia, junto con sus coordenadas de GPS, a sus amigos y compañeros de trabajo si sienten que corren un peligro inmediato.

"Las nuevas herramientas de información también pueden potenciar las investigaciones sobre derechos humanos y ayudar a fomentar la justicia en los casos en que personas perdieron la vida o resultaron gravemente heridas", según el relator especial.

El uso de otras tecnologías de video, como las cámaras de circuito cerrado de televisión o las que se sujetan al cuerpo, también pueden contribuir a llenar los vacíos de información.

Las imágenes satelitales pueden emplearse para verificar esos videos, o a veces para mostrar pruebas de los propios abusos, explicó Heyns.

Pero a pesar de las muchas ventajas que ofrecen las TIC, el diplomático dijo que no sería prudente ignorar los riesgos.

"Aquellos con el poder para violar los derechos humanos pueden con facilidad usar los mensajes de correo electrónico y otras comunicaciones de la gente para perseguirla y violar su privacidad", advirtió.

El hecho de que la gente pueda usar los medios sociales para organizar protestas espontáneas puede hacer que las autoridades reaccionen exageradamente ante lo que perciben como una amenaza.

Por otra parte, existe el peligro de que lo que no quede registrado en el video no se tome en serio. "Debemos cuidarnos de la mentalidad que nos dice que 'si no es digital no sucedió'", subrayó.

El Hage dijo a IPS que su fundación coincide con Heyns en que las TIC son un arma de doble filo porque los gobiernos pueden emplearlas para "acceder fácilmente a los correos electrónicos y otras comunicaciones" de los ciudadanos, especialmente de opositores políticos, periodistas y defensores de los derechos humanos para "violar su privacidad".

HRF denunció recientemente los casos de vigilancia y persecución de los activistas Hisham Almiraat, en Marruecos, y de Waleed Abu Alkhair, en Arabia Saudita.

Asimismo, con otras organizaciones, HRF presentó un documento al relator especial de la ONU para la libertad de expresión para informarle sobre la forma en que el "cifrado" y el "anonimato" pueden proteger los derechos a la intimidad y a la libertad de expresión.

En su informe, Heyns también advirtió que no todas las comunidades, y no todas las partes del mundo, están conectadas de igual forma, y llamó la atención sobre el hecho de que "aquellos que no están conectados a menudo tienen una necesidad especial de protección".

"Queda un largo camino para que todos podamos comprender plenamente cómo podemos utilizar con mejor fin estas herramientas, emocionantes y en evolución, pero en cierto modo también atemorizantes", dijo Heyns al destacar que la comunidad internacional no es del todo consciente del poder y las trampas que encierra la investigación digital de la realidad.

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