La Unión Europea (UE) radicaliza su posición frente al ingreso de inmigrantes indocumentados. Y la tecnología militar de vigilancia es una de las herramientas que pretende aplicar dicho organismo para detener el ingreso de personas.
La Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores (Frontex) pidió asesoramiento a los fabricantes de armamento. El objetivo es conocer si los aviones no tripulados pueden ayudar a controlar la llegada ilegal de inmigrantes a través de sus modernos sistemas de rastreo.
Esta clase de aeronave vuela sin gente a bordo y es manejada a control remoto. Además, cuenta con una cámara de video. Son utilizados para labores de reconocimiento e incluso para la lucha contra incendios, precautelar la seguridad civil o la vigilancia de los oleoductos.
Por eso, la UE tiene previsto realizar en junio un encuentro internacional para conocer las ofertas de los fabricantes de esa clase de aviones. La cita se realizará en territorio español.
Hasta ahora, Frontex nunca utilizó esa tecnología. Una fuente de esa dependencia informó que se está analizando qué “valor agregado” puede aportar a la labor realizada por la Guardia Costera de la UE. Se les presta una atención especial porque pueden ayudar a vigilar barcos por más tiempo que los equipos usados en la actualidad.
Frontex no es el único organismo europeo interesado en recurrir a esta clase de aparatos. La Policía de Merseyside, condado del norte de Inglaterra, se jactó en febrero de haber sido la primera fuerza en utilizar esa tecnología para detener a un presunto delincuente. Ese caso causó controversia cuando se supo que no tenía licencia de uso.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional cuestionó la posibilidad de recurrir a la tecnología militar para evitar el procesamiento de solicitudes de asilo en Europa.
“¿La usan para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos?”, señaló el director de la oficina de Amnistía en Bruselas, Nicolás Beger. “De no ser así, es un problema”.
Cecilia Malmström, comisaria europea de Asuntos Interiores, informó que no se ha tomado absolutamente ninguna decisión sobre el uso de aviones no tripulados. A su juicio, los emigrantes son gente que viaja en busca de una vida mejor en otro lugar. Nada más. La investigación sobre dichas aeronaves pone de relieve el “enfoque de seguridad” que se le da en Europa al debate sobre las migraciones, dice Bjarte Vandvik, del Consejo Europeo para Refugiados y Exiliados.
“No podemos aceptar que la gente sea devuelta sin siquiera haberles dado la oportunidad de escuchar sus razones”, dijo.
Por su parte, la Comisión Europea publicó un plan para fortalecer a Frontex según el cual los gobiernos del bloque deberán poner a disposición de la agencia barcos y aviones.
Las pretensiones de utilizar tecnología para controlar el ingreso de inmigrantes indocumentados se dan en medio de una polémica a escala mundial.
En Estados Unidos causa conmoción la nueva legislación migratoria del sureño estado de Arizona. Esta permite a la Policía local detener a posibles indocumentados de acuerdo con su perfil racial.
Para el presidente de México, Felipe Calderón, los indocumentados que residen en ese país son discriminados pese a que contribuyen a la economía y a la sociedad estadounidense.
A eso se suma el uso de aviones no tripulados para vigilar la frontera. Diarios mexicanos informan que el Gobierno de EE.UU. autorizó que a partir del 1 de junio un avión no tripulado patrulle la frontera entre la región de El Paso, Texas y Arizona.