Pattaramon Chanbua (izq.) sostiene al bebé Gammy, que fue abandonado por una pareja australiana. Foto. Nicolas Asfouri / AFP
El parlamento tailandés adoptó en primera lectura un proyecto de ley para prohibir los vientres de alquiler, una práctica comercial muy extendida en los últimos años en Tailandia, gracias a un vacío legal.
Este proyecto prevé penas de hasta 10 años de prisión o pagar una multa de hasta 200.000 bath (algo menos de 5.000 dólares). para quienes obtengan beneficios de una gestación por cuenta ajena, fue adoptada el jueves “casi por unanimidad”, explicó el viernes, 28 de noviembre, a la AFP el diputado Wallop Tungkananurak.
“Queremos poner fin a la idea de los extranjeros de que Tailandia es una fábrica de bebés“, añadió.
La junta en el poder desde un golpe de Estado el pasado mayo anunció su intención de acabar con el comercio de las madres de alquiler tras una serie de escándalos mediáticos, como el de una pareja australiana que abandonó a un niño con síndrome de Down a la joven de 21 años que lo había gestado mientras se llevaba del país a su hermana gemela sana.
Según el consejo médico de Tailandia, más de un centenar de clínicas privadas se han especializado en la reproducción asistida, por medios que incluyen los vientres de alquiler.
La junta ha prometido estudiar caso por caso los expedientes de cientos de bebés que se habrían quedado bloqueados en Tailandia con sus padres biológicos, muchos de los cuales proceden precisamente de Australia.
En otro caso, un japonés acaudalado engendró al menos diez bebés con madres de alquiler para asegurar su descendencia. Las leyes sobre las madres de alquiler en el país no son claras y numerosas agencias aprovechan el vacío legal para atraer a Tailandia a padres de todo el mundo que desean tener hijos de esta manera.