El ingeniero André Sougarret no contuvo las lágrimas cuando vio emerger a los hombres desde el fondo del socavón, gracias al operativo de evacuación que él diseñó. Sougarret es el cerebro detrás del perfecto rescate de los 33 mineros en Chile y tiene fama de hombre imperturbable en las faenas. La prensa convivió con el rostro adusto de Sougarret, que a diario daba información estrictamente técnica. Gracias a él, los periodistas aprendieron de ingeniería y, junto con la audiencia, se acostumbraron a términos como Strata, torque, casing, RQD, que iban definiendo los avances del rescate.Por eso, fue impactante verlo llorar el miércoles, cuando los últimos mineros salían por el ducto de 622 m, conmovido ante el espectáculo del reencuentro de los trabajadores con sus familiares. “Siempre, mi objetivo ha sido unir a las familias con los mineros y cada vez que se cumplía me tocaba (el corazón) a mí” , explicó. “Soy una persona que cree en la familia, creo en la necesidad de estar juntos y cada vez que eso se cumplía, para mí era un gran sentimiento, una gran emotividad. Evidentemente, que unos me tocaron más que otros” , dijo.Tiene 46 años, es casado y tiene tres hijas. Estudió Ingeniería en Minas en la U. de Chile. Dirigía la mina de la División El Teniente, de la cuprífera estatal chilena Codelco, cuando el presidente Piñera le pidió liderar el rescate. “Ya había acumulado mucha tensión y lo sucedido hizo que se le desbordaran todas las emociones”, asegura su hermano Jorge, también ingeniero de minas. André Sougarret comentó que el operativo fue exitoso porque hubo “objetivos y definiciones claras, ir resolviendo con transparencia, comunicándolos y avanzado en las tomas de decisiones”.Su hija Ivy escribió en Twitter, según diario La Tercera, “Bien, papi, eres seco. Ahora vente para acá”. Los chilenos utilizan la expresión ‘ser seco’ para referirse a ser el mejor en algo. Sougarret volverá a Rancagua, en el sur de Chile, para retomar su trabajo, tras estar casi dos meses en el yacimiento San José. Ayer, Sougarret fue por última vez a esa mina junto con el ministro Laurence Golborne, artífice político del rescate.Golborne contó que apostó con Sougarret sobre cuál de los tres planes de contacto llegaría primero. “ Me ganó la apuesta. Claro, él tenía ventaja: yo soy ingeniero químico, él es ingeniero de minas”, dijo Golborne. Entonces, Sougarret sonrió, algo tan raro como su llanto del día anterior.