Sorpresa en debate republicano: todos apoyarán a Trump si es nominado

Los candidatos republicanos prometieron que apoyarán al multimillonario Donald Trump, si resulta vencedor en el congreso del partido el próximo julio. Foto: AFP

Los candidatos republicanos prometieron que apoyarán al multimillonario Donald Trump, si resulta vencedor en el congreso del partido el próximo julio. Foto: AFP

Los candidatos republicanos prometieron que apoyarán al multimillonario Donald Trump, si resulta vencedor en el congreso del partido el próximo julio. Foto: AFP

El debate televisivo de los candidatos republicanos en la noche del jueves, 3 de marzo del 2016, en Detroit terminó con una gran sorpresa: todos los aspirantes prometieron apoyar al final de las elecciones primarias a quien salga elegido como candidato del partido a la Casa Blanca, incluso en el caso de que se trate de Donald Trump.

Sus competidores que siguen en liza, Ted Cruz, Marco Rubio y Josh Kasich, prometieron que apoyarán al multimillonario si resulta vencedor en el congreso del partido el próximo julio.

Esta señal de unidad en el partido llegó de forma totalmente inesperada después de que en los últimos días líderes de los republicanos intentaran evitar la candidatura de Trump, en una especie de revuelta interna que había dejado horas antes en evidencia el exaspirante a la Casa Blanca Mitt Romney en un discurso en la Universidad de Utah.

Romney, que perdió las elecciones frente a Barack Obama en 2012 pidió que en ningún caso se nominara a Trump, a quien acusó de ser "un farsante y un fraude" y advirtió que su política interior llevaría a la recesión y la exterior haría del mundo y de Estados Unidos lugares menos seguros.

"No tiene ni la predisposición ni el discernimiento para poder ser presidente", aseguró. Pero no está claro hasta qué punto tiene Romney capacidad de dañar a Trump, ya que al menos para los seguidores de Trump, Romney representa precisamente el establishment que rechazan vehementemente.

El resto del debate en Detroit consistió en fuertes acusaciones mutuas y en el intento, sin éxito, de doblegar a Trump. Una vez más, el debate televisivo número 11 de los republicanos fue menos una discusión con contenido que un nuevo espectáculo de Donald Trump, pese a que éste no tuvo su mejor noche.

Un ejemplo del bajo nivel del debate, que se siguió sobre todo en las redes sociales, fue una referencia de Trump al tamaño de su órgano sexual. Al comentario de Rubio de que sus manos eran pequeñas, levantó las manos y dijo: "Miren estas manos ¿son pequeñas? Él (Rubio) se refirió a mis manos como que si fueran pequeñas, otra cosa debe ser pequeña también. Les garantizo que no hay problema con ello, se lo aseguro".

"Ese pequeño joven difunde continuamente mentiras sobre mí", dijo Trump sobre Marco Rubio, a quien se dirigió con frecuencia como "pequeño Marco". "No entregaremos el partido de Lincoln y Reagan a alguien que no comparte los valores conservadores", respondió Rubio, que se considera a sí mismo un candidato que representa la línea del establishment del partido.

"Donald Trump ha apoyado la corrupción en Washington durante años"; atacó por su parte el archiconservador Ted Cruz. "Gritar y maldecir no convierten a alguien en un hombre fuerte".

En el debate emitido por Fox, Trump volvió a ser acusado de cambiar de opinión y posición de forma continua, y se mostraron imágenes de entrevistas del pasado, algo que Trump definió como flexibilidad y capacidad de aprendizaje.

El multimillonario ha ganado en las primarias de diez estados (New Hampshire, Carolina del Sur, Nevada, Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Tennessee, Vermont y Virginia) de los 15 que ya votaron, aunque gran parte del partido lo rechaza.

Cruz se ha anotado cuatro victorias (Iowa, Alaska, Oklahoma y Texas) y Rubio venció en Minnesota. El sábado los republicanos votarán en Kansas, Kentucky, Louisiana y Maine.

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