China afirma que encontró el SARS-CoV-2 en empaques de productos de 20 países, incluida carne de cerno, res y pescado. Foto: REUTERS
Los principales países productores de alimentos están cada vez más frustrados con el escrutinio de China en productos importados y quieren que detenga revisiones agresivas en búsqueda de coronavirus, que algunos dicen equivalen a una restricción comercial.
China afirma que encontró el SARS-CoV-2 en empaques de productos de 20 países, incluida carne de cerdo alemana, carne de res brasileña y pescado de India. Pero funcionarios extranjeros aseguran que la falta de evidencia presentada por las autoridades implica daños sin causa al comercio y a la reputación de los alimentos importados.
En una reunión de la Organización Mundial de Comercio el 5 y 6 de noviembre, Canadá calificó las pruebas de China a alimentos importados y el rechazo de productos que tenían pruebas de ácido nucleico positivas como “restricciones comerciales injustificadas” y pidió su detención, dijo un funcionario desde Ginebra, que pidió reserva de su identidad.
Con el apoyo de Australia, Brasil, México, Reino Unido y Estados Unidos, Canadá argumentó que China no había entregado una justificación científica para las medidas, indicó la fuente.
La misión de Canadá ante la OMC no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Esta semana, el Global Times de China, diario respaldado por el Partido Comunista, sugirió que la presencia del coronavirus en alimentos importados planteaba la posibilidad de que el virus, que se cree que se originó en la ciudad de Wuhan a fines del año pasado, puede haber venido del extranjero.
China comenzó a analizar las importaciones de alimentos refrigerados y congelados para detectar el virus en junio, luego de una serie de infecciones entre los trabajadores de un mercado mayorista de alimentos en la capital.
La Organización Mundial de la Salud sostiene que ni alimentos ni envases son rutas de transmisión conocidas del virus. Pero China, que prácticamente ha erradicado la transmisión local de la enfermedad, dice que existe el riesgo de que el virus vuelva a entrar al país en alimentos importados.
En agosto, funcionarios brasileños viajaron a la ciudad de Shenzhen después de encontrar rastros del coronavirus en alitas de pollo de su país. Las autoridades no pudieron proporcionar información sobre si habían encontrado el virus activo o no, dijo el Ministerio de Agricultura de Brasil.
En su respuesta en la OMC, China dijo que sus acciones eran “provisionales, con base científica” y pensadas para “proteger la vida de las personas al máximo”, según un funcionario de comercio chino.
China destaca que aisló coronavirus vivo a partir de muestras de bacalao congelado importado como prueba, aunque con evidencia no publicada, de que el SARS-CoV-2 puede transmitirse de los alimentos a las personas.