Un sismo de 5.4 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió el lunes, 11 de diciembre del 2017, varias zonas en Iraq fronterizas con Irán, un mes después de un fuerte movimiento telúrico que causó más de 600 muertos, según el Centro Meteorológico y Sismológico del Kurdistán iraquí.
El epicentro se ubicó cerca de la ciudad de Halabja, en la región del Kurdistán, en el noreste de Iraq y fronteriza con Irán, a una profundidad de 10 kilómetros, y tuvo al menos una réplica de 4.9 grados en la escala Richter.
El centro informó en un comunicado de que el sismo afectó las provincias kurdas de Erbil, Dohuk y Suleimaniya, así como la zona de Karamián.
Según la agencia oficial iraní IRNA, el epicentro del sismo se registró a 26 kilómetros de la localidad iraní de Ezgeleh, fronteriza con Iraq, y a 38 kilómetros de Nowsud.
Por su parte, el Centro Sismológico del Instituto de Geofísica de la Universidad de Teherán informó de que el sismo fue de magnitud 6 y se registró a las 17:39 hora local de Irán (14:09 GMT) y que afectó principalmente a la provincia occidental de Kordestán.
Según las primeras informaciones de la agencia iraní y de medios kurdos, por el momento no se han registrado víctimas ni daños materiales por el temblor.
El 12 de noviembre, un fuerte terremoto de magnitud 7.3 grados arrasó la provincia iraní de Kermanshah, vecina de Kurdistán y también limítrofe con Irak.
La Organización Iraní de Medicina Legal informó hoy de que las víctimas mortales en ese seísmo han aumentado a 620, después de que fueran identificados nuevos cuerpos.