Siria se volvió sinónimo de hambre

Una familia trata de calentarse en medio de las bajas temperaturas invernales con una pequeña estufa a gas en el campo de refugiados de Reyhanli. Foto: AFP

Pan rancio, trigo seco y alguna legumbre es la comida en las mesas de muchos hogares sirios en las zonas cercadas por la guerra, donde más de 200 000 personas viven sin apenas alimentos que llevarse a la boca, agua o electricidad.
Si hay una ciudad que sabe de las penurias de la escasez de comida y medicinas es Homs, donde el asedio gubernamental en torno a los barrios controlados por los rebeldes dura ya 16 meses.
“El único alimento que hay es bulgur (trigo seco partido) y algunas lentejas, no hay ni azúcar, ni sal. ¡Tampoco hay combustible para los hospitales!”, lamenta Abu Basam, un activista que reside en Homs, aunque por motivos de seguridad no revela a EFE su ubicación.
El bloqueo imposibilita la entrada de ayuda a partes del centro de Homs y a 14 barrios en manos de los opositores, como los de Al Auar, Al Qusur o Bab el Drib. En las áreas asediadas tan solo hay un hospital de campaña, donde, según Abu Basam, hace dos meses que se acabaron los medicamentos.
"Hay gente con heridas leves que muere por infecciones porque no pueden ser tratados adecuadamente”, se queja este hombre, que padece una enfermedad del hígado.
En los distritos bajo control del Régimen, aunque hay comida, las condiciones tampoco son mejores, denuncia Abu Basam, porque “te pueden detener y torturar”.
En otros lugares del país, como en Guta Oriental, en las afueras de Damasco y escenario de combates entre los efectivos del Gobierno y los insurgentes, la situación tampoco es mejor. Allí, algunos hacen pan con cebada para alimentar animales, lo que ha aumentado la incidencia de problemas intestinales y estomacales, explica por Internet Abu Hosam, portavoz del opositor Centro Médico de la población de Maliha.
Siria sufre en general una crisis de pan desde el comienzo del conflicto, a mediados de marzo del 2011, por la dificultad para hallarlo, tanto en áreas en manos del Régimen como las que están bajo dominio opositor, así como por el incremento desorbitado de su precio.
Abu Hosam destaca que hay muchas intoxicaciones alimentarias por comida en mal estado y que las medicinas escasean en Maliha, ubicada al sureste de la capital.Aunque en Al Maliha hay un hospital, que volverá a funcionar el próximo mes después de ser rehabilitado, faltan médicos, equipamiento y combistible.
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Los cercos a zonas habitadas por la población civil están sirviendo como arma de guerra en el conflicto sirio, según denunció la ONU esta semana.
La situación es crítica en algunos lugares, como el campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en el sur de Damasco, donde casi medio centenar de personas han fallecido por la falta de alimentos y medicinas en los últimos meses.
Cada vez son más frecuentes las estampas de menores desnutridos en Siria, donde la ONU calcula que 9,3 millones de personas tienen necesidades humanitarias urgentes, tras casi tres años de un conflicto que está arrasando el país.
Polémica por posición iraní frente a diálogo de paz
Naciones Unidas retiró ayer la invitación al Gobierno de Irán a participar en las inminentes conversaciones de paz sobre Siria en Montreux, Suiza, que empezarán mañana. Así lo exigían varias fuerzas sirias de oposición, que ante la noticia confirmaron su presencia en la mesa de negociaciones.
El Gobierno de Teherán se había negado a respaldar el llamado internacional a un gobierno de transición en Damasco, dijo un portavoz.
Por su lado, Rusia trabaja en una propuesta para un acuerdo en la Conferencia Internacional sobre Siria, Ginebra 2, que lleve a la integración de un gobierno de “unidad nacional” en el cual puedan participar las partes en conflicto.
Mientras tanto, el presidente sirio Bashar al Asad afirmó que existen “muchas posibilidades” de que busque la reelección en junio. En una entrevista exclusiva con la agencia France Presse, el Mandatario sostuvo que la guerra contra los rebeldes será aún larga, bajando las expectativas de una rápida solución negociada al conflicto iniciado en marzo del 2011.
El Jefe de Estado negó cualquier posibilidad de admitir en su Gobierno a representantes de la oposición, como lo sugiere el gobierno de Moscú, ya que afirma que los rebeldes son una “creación” de los servicios de inteligencia extranjeros.
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