Unas 500.000 páginas que acusan al presidente Bashar al Asad de crímenes contra la humanidad fueron juntadas por la CIJA. Foto: Archivo EFE.
Varias actas de acusación por crímenes de guerra contra el presidente sirio Bashar al Asad y sus colaboradores fueron establecidas por una Comisión internacional financiada por Occidente, apoyándose en documentos oficiales sacados ilegalmente de Siria.
La Comisión Internacional para la Justicia y la Responsabilidad (CIJA) reveló este miércoles haber establecido tres actas de acusación por crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen, y dice continuar recolectando pruebas contra éste así como contra los rebeldes.
La CIJA confirmó en un e-mail enviado a la AFP que las actas de acusación, de las cuales el diario británico The Guardian tuvo la primicia este miércoles, se apoyan en documentos gubernamentales sacados clandestinamente de Siria por un equipo de 50 investigadores de ese país, con peligro de sus vidas.
Unas 500.000 páginas fueron juntadas por la CIJA, que además contrató a otras personas para analizar horas de grabaciones de video de crímenes presuntamente cometidos por los rebeldes o grupos extremistas.
Las tres actas de acusación se refieren principalmente a los primeros meses del levantamiento contra el régimen, que comenzó en marzo de 2011.
La primera apunta a Bashar al Asad y su gabinete de guerra, la Célula central de gestión de la crisis (CCGC), la segunda a la Oficina nacional de seguridad, que agrupa a los principales jefes de los servicios de información, y la tercera al Comité de seguridad encargado de las provincias oriental y septentrional de Deir Ezor y Raqa.
Fueron redactadas a partir de documentos oficiales rescatados en los que aparecen “órdenes precisas para aplastar el levantamiento popular que se extendía desde Damasco hacia las diferentes provincias”.
El diario The Guardian señala que la “manía del régimen de dar notas escritas a través de la cadena de mando y de informar también por escrito sobre lo que ocurrió demuestra que todo se remonta hasta el más alto nivel de poder en Damasco”.
Estos documentos permiten conocer el rol de los diferentes engranajes del poder durante la guerra, y que el partido Baas es el principal “ejecutor” de las decisiones.
Pero, a pesar de todo el material acumulado por la CIJA, financiada por varios países occidentales, ésta reconoce que hasta el momento no hay un tribunal ante el cual presentar estas actas de acusación.