La SIP denuncia violencia contra prensa

Los medios de comunicación y periodistas de América Latina son víctimas de “la peor ola de violencia de los último años”, con el asesinato de 12 comunicadores desde noviembre pasado. Así lo denunció ayer la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), reunida en la isla caribeña de Arabu.

“Es la peor ola de violencia que hemos visto en años”, dijo Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, al abrir el debate del estado de la libertad de expresión en las tres Américas.

El presidente de la SIP, Alejandro J. Aguirre, afirmó que “los últimos meses han traído noticias muy tristes y negativas sobre la libertad de presa”.

Aguirre inauguró en Oranjestad la reunión de medio año de la institución interamericana, en una ceremonia que contó con la asistencia de los primeros ministros de Aruba y Antillas Holandesas, Michael G. Eman y Emily De Jongh-Ethange.

Durante su discurso, Aguirre, editor del Diario de las Américas de Miami, confirmó el traslado de la sede de la próxima asamblea anual de la SIP de Santiago de Chile a la ciudad mexicana de Mérida, en noviembre próximo, debido al terremoto que sacudió al territorio chileno.

Previamente, al abrir los debates sobre la situación de la libertad de expresión en el continente, Robert Rivard, editor del diario San Antonio Express-News, dijo que a partir de la pasada asamblea de la SIP, celebrada a principios de noviembre en Buenos Aires, la prensa del continente ha vivido un período “muy oscuro”.

“La violencia es un problema regional”, senaló, al recordar que la geografía de violencia se ha extendido de México a Brasil, pasando por Honduras y Colombia.

Al ofrecer un informe sobre la situación en Colombia, Marías Elvida Domínguez, representante del diario El País de Cali, dijo que la última víctima fatal fue el periodista colombiano Clodomiro Castilla Ospino, asesinado el viernes por desconocidos en la ciudad de Montería.

Castilla Ospino es el segundo periodista asesinado en los últimos meses en Colombia. La lista de víctimas fatales está encabezada por seis periodistas mexicanos y tres hondureños.

Según Aguirre, la espiral de violencia en México, donde en los últimos meses también han sido secuestrados otros seis periodistas, ha establecido un “récord macabro” en la región. Los asesinatos, según Rivard, son atribuidos, en la mayoría de los casos, al crimen organizado y a la lucha entre carteles de la droga, aunque no se conocen los resultados de las investigaciones emprendidas por las autoridades de cada país.

Alejandro Aguirre dijo que la prensa latinoamericana no solo es víctima del crimen organizado, sino que también está sufriendo “atropellos” de gobiernos e instituciones públicas, como en Venezuela, que buscan amedrentar o desprestigiar a medios y periodistas independientes.

Durante las deliberaciones de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, el delegado de Bolivia, Pedro Rivero, director del diario El Deber de Santa Cruz, también denunció 21 “agresiones verbales” a periodistas en los últimos meses, seis de ellas de parte del propio presidente Evo Morales.

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