A las 14:00 de ayer, el Senado estadounidense reconoció que no tenía los votos suficientes para pasar el Acta de los Sueños (o Dream Act), cuyo objetivo busca favorecer a un millón de jóvenes inmigrantes que llegaron a este país en compañía de sus padres cuando eran pequeños.
El congreso dio luz verde el miércoles por la noche para que se entre a debatir sobre el Acta de los Sueños, esa decisión puso al Senado en la disyuntiva de tratar el tema y así lo hizo pero no hubo votos suficientes.
El Senado necesita 60 votos para aprobar esta ley. 56 demócratas y muchos de ellos, especialmente los demócratas conservadores, están en contra de esa ley que, al igual que los republicanos, consideran una especie de amnistía y exigen primero rigurosos controles para la inmigración antes de legislar sobre el tema.
Las dos cámaras legislativas estos días están contra el tiempo y en un juego inesperado y en actitud de desafío en contra del presidente Barack Obama, los demócratas se negaron a aprobar el proyecto de ley sobre la extensión de reducción de impuestos para los más ricos del país.
La eliminación de impuestos para los más ricos fue un privilegio creado por el ex presidente George W. Bush en el 2001.
En medio de ese muñequeo político se vio envuelta esta semana el Acta de los Sueños y ahora el Senado ofrece darle otra oportunidad la próxima semana, anunció Harry Reid, líder de la mayoría del Senado. Pero las posibilidades de que se aprueben son mínimas. “El sueño se extiende por una semana más pero si no se aprueba es como matar al sueño”, dice Sonia Guinansaca, una joven de origen ecuatoriano.
El Acta de los Sueños, de ser aprobada, beneficiaría a un 12% de los jóvenes inmigrantes que llegaron a Estados Unidos en edades tempranas. El proyecto exige tener el bachillerato, demostrar que están en el grupo de excelencia de estudiantes, que hacen voluntariado y que jamás han estado involucrados en una actividad ilegal.
Aún con estos requisitos a los jóvenes se les dará una estadía temporal de seis años, después de ese plazo deben demostrar que están en la universidad o en las Fuerzas Armadas. De no pasar el Acta de los Sueños en estos últimos días de sesiones, el nuevo Congreso republicano que entrará a funcionar a partir de enero hará casi imposible lograr el Acta de los Sueños.