Por ahora, el Acta de los Sueños sigue siendo eso: un sueño. Cientos de miles de jóvenes tenían la esperanza de que esa puerta que ligeramente abrió el jefe del Senado, Harry Reid, se desbloqueara de par en par y que con ello los jóvenes indocumentados logren ingresar por ella.El Senado se quedó corto con tres votos, dos demócratas se sumaron a todos los republicanos y votaron en contra de darles esa oportunidad a esos jóvenes que vinieron con sus padres muy pequeños y que hicieron de Estados Unidos su patria.
“Estuve en las gradas del Senado, viendo uno a uno votar. Sentí preocupación de ver cómo las esperanzas de todos los jóvenes venidos de todo el país naufragaban, manifestó Gaby Pacheco, una joven ecuatoriana muy activa en el movimiento que reclama el Acta de los Sueños.
Ella contó que hubo jóvenes que lloraron, porque llevan 25 y 28 años viviendo en los Estados Unidos, incluso ya tienen familia y no tienen oportunidad de pertenecer a este país.
Pacheco dijo que en lo personal, esta acción de los republicanos y dos demócratas, me llenó de coraje y de ganas de seguir peleando. Estoy agradecida con los senadores Richard Durbin y Reid y con todas las organizaciones que nos apoyaron. Pero somos creativos y ya empezamos a diseñar las nuevas estrategias de nuestra lucha”.
En noviembre pasado se abrió una pequeña ventana, otra vez, y los jóvenes quisieron buscar una estrategia en la que se haga notar que esta propuesta del Acta de los Sueños no es solamente para un puñado de personas, sino un beneficio para las familias de los inmigrantes del mundo, para las universidades, para el futuro del seguro social y hasta los resultados electorales en el país.
“Nos dieron una cachetada y en lo personal aguaron 10 años de activismo por el Acta de los Sueños, pero es solo una batalla, no la guerra la que hemos perdido”, dijo Gabriel Martínez, un joven de origen mexicano que hizo la huelga de hambre frente a las oficinas del senador Charles Schumer en Nueva York.
Martínez piensa que talvez “los jóvenes cometimos un error solo al enfocarnos en los demócratas, debíamos trabajar con los republicanos también, porque mi impresión es que estábamos cortos con uno o dos votos, pero sí fue una sorpresa que dos demócratas nos traicionaran”.
Para el embajador del Ecuador, Luis Gallegos, “lo ocurrido el martes con el Acta de los Sueños arruina no solo las esperanzas de los jóvenes sino el entorno inmigratorio. Es solo una parte del problema pero era simbólica y por lo tanto importante”, dijo.
Precisamente ese simbolismo en tiempo de campaña es que los republicanos no querían darle al jefe demócrata del Senado, Harry Reid, ni al presidente de EE.UU., Barack Obama.
Reid está en una pelea voto a voto en su estado de Nevada y el Acta de los Sueños, era vista como una acción para ganar a su favor el voto de los latinos en ese estado y sobre todo para mandar el mensaje de que los demócratas sí apoyan a los inmigrantes.
Lo ocurrido el martes, según los analistas en tema inmigratorio, definitivamente mata cualquier posibilidad de lograr una reforma inmigratoria este año. Hay el riesgo de que si los republicanos se hacen con la mayoría del Congreso, el tema inmigratorio quedará al margen durante toda la administración Obama.