Richard Cortez,
Coeditor
El nuevo camino político de Sarah Palin está trazado desde el lunes pasado. Ese día fue la oradora principal del ‘Tea Party Express’, un recorrido electoral de 15 días de uno de los movimientos ultraconservadores de los Estados Unidos.
El acto fue en Reno, Nevada. Hasta el 1 de noviembre, un día antes de las elecciones de medio período, visitará 30 ciudades. El periplo terminará en Concord, Nueva Hampshire-.
Esta reaparición llega con fuerza, pero no deja de ser polémica. Retorna a los ruedos políticos sin mucho apoyo de los líderes del partido Republicano, tienda que la postuló para la Vicepresidencia, como binomio de John McCain, en agosto del 2008.
Ahora es una de las cabezas del ‘Tea Party’, organización creada a finales del 2008, en respuesta a la política fiscal del presidente Barack Obama. Su nombre se relaciona con los hechos históricos vinculados a la Independencia de EE.UU.
Su fuerza es tal que, en agosto pasado, reunió a un millón de ‘patriotas’, frente al monumento a Lincoln, en Washington, para protestar en contra del Gobierno demócrata.
Entre los temas en común que Palin, de 46 años, halló en el ‘Tea Party’ están: apego al catolicismo, el derecho a poseer armas, la oposición al aborto y al matrimonio homosexual.
Atrás quedaron la derrota presidencial y su renuncia a la Gobernación de Alaska, en julio del 2009. Ahora son otros tiempos y hay nuevos objetivos. El primero es claro: captar la mayor cantidad de votos para las elecciones del 2 de noviembre. Ese día se definirán las mayorías en el Senado y en la Cámara de Representantes. También cambiarán gobernadores en 38 estados.
Otra meta es de largo aliento: las presidenciales del 2013. Que lo haga como republicana o como candidata del ‘Tea Party’ está por definirse. Lo seguro es que esta política, madre de cinco hijos, quiere ir a la Casa Blanca y, cada día, va sumando apoyo. El 2 de noviembre es su primer ‘round’.