‘El Gobierno nacional, cuando considere que las circunstancias estén dadas -y (ahora) no lo están- sacará la llave y abrirá de pronto la puerta del diálogo. Mientras tanto, queda absolutamente desautorizada toda gestión paralela porque ello lo único que hace es alejarnos del objetivo” .
Lo enfatizó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.Lo hizo un día después de que un atentado con coche bomba dejara al menos ocho heridos y daños materiales en Bogotá.
Y luego de que la senadora opositora colombiana, Piedad Córdoba, señalara haber conversado sobre la situación del país andino con el presidente cubano Fidel Castro, en La Habana.
Así, Santos, posesionado el 7 de este mes, desautorizó ayer, las “gestiones paralelas”, dentro y fuera del país para un eventual diálogo con grupos ilegales.
También señaló que “muchos han querido insinuar que ellos podrían hacer una labor (de paz) aquí y allá. La respuesta es: “Muchas gracias, pero no. Ni en el exterior ni en Colombia”.
Santos hizo la declaración en un acto militar en la ciudad de Popayán, ubicada a 600 km al suroeste de Bogotá.
La senadora Córdoba forma parte del colectivo Colombianas y colombianos por la paz, que propugna por la salida negociada para el conflicto que afecta a Colombia desde hace cinco décadas.
Santos, como ministro de Defensa del ex presidente Álvaro Uribe, propinó duros golpes a las guerrillas de las FARC y el ELN. Al asumir el poder sostuvo que un eventual diálogo con los grupos ilegales estaría condicionado al cese del terrorismo y a la liberación de los secuestrados.
Además, el Gobierno ofreció una recompensa de 500 millones de pesos (USD 273 000) a quien suministre datos que permitan esclarecer el atentado con coche bomba.
El Jefe de Estado señaló que el atentado representa “un coletazo de grupos al margen de la ley”, que no identificó. Y, “una mordida de un perro moribundo. No aceptamos el terrorismo en ningún lugar”. Las autoridades examinan varias hipótesis sobre los autores, que van desde la guerrilla marxista de las FARC hasta la extrema derecha armada.
La explosión del coche bomba afectó a un edificio que alberga la sede de Radio Caracol, de propiedad del Grupo Prisa de España, la agencia española de noticias EFE, el Consulado de Ecuador y la oficina del ex presidente colombiano y ex secretario general de la OEA, César Gaviria, y varios comercios.