Las delegaciones del Gobierno colombiano y de la guerrilla de las FARC iniciaron ayer en Cuba un nuevo ciclo de conversaciones de paz, el último antes de las elecciones presidenciales del domingo 25 de mayo.
En campaña por la reelección, el presidente Juan Manuel Santos, artífice de las históricas negociaciones con las FARC, denunció ayer en una entrevista con AFP la existencia de una “campaña sucia” que busca “envenenar el proceso” de paz. Santos ironizó sobre la “desesperación” de los opositores a los diálogos que sostiene su gobierno desde noviembre de 2012 con la guerrilla marxista.
“Están desesperados porque ven que la paz les quita su razón de ser, su razón de existir(…) Aquí hay gente que se ha acostumbrado a vivir en guerra, a vivir de la guerra”, dijo Santos.
Santos también afirmó que su antecesor y principal opositor, el senador electo Álvaro Uribe, no puede probar sus acusaciones sobre financiación ilegal en la anterior campaña oficialista.
Señaló que no le extrañó que Uribe no asistiera ayer a la Fiscalía para ampliar la denuncia que hizo sobre un supuesto aporte de USD 2 millones del publicista Juan José Rendón, exasesor de propaganda de Santos, con dineros de dudosa procedencia para pagar deudas de la campaña en 2010.
El presidente dijo además que el proceso con las FARC ha superado ya el 60% de los temas de la negociación y confió en que se pueda firmar el acuerdo definitivo a lo largo de este año. En La Habana, el guerrillero ‘Jesús Santrich’, cuyo verdadero nombre es Seuxis Paucias Hernández, advirtió ayer al inicio del ciclo: “Estamos a unos tres o cuatro párrafos de resolver” el punto en negociación sobre el problema de las drogas ilícitas. Ambas partes iniciaron ayer el vigésimo quinto ciclo de pláticas.