Las sanciones de EE.UU. empiezan a notarse

En Sebastopol (Crimea) los clientes bancarios intentan abrir nuevas cuentas o reclaman por sus tarjetas de crédito. AFP

En Sebastopol (Crimea) los clientes bancarios intentan abrir nuevas cuentas o reclaman por sus tarjetas de crédito. AFP

Las nuevas sanciones anunciadas por Washington contra Moscú empezaron a hacerse sentir ayer en Rusia.

Los clientes de Visa y Mastercard se vieron privados del uso de sus tarjetas, aunque de momento estas medidas punitivas son limitadas.

Estados Unidos anunció el lunes una primera salva de sanciones contra once altos funcionarios rusos, en represalia por la integración a Rusia de la península de Crimea.

Este primer anuncio no tuvo ningún impacto especial en la economía rusa. Pero la segunda tanda de sanciones, detallada el jueves por el presidente Barack Obama, sí que está teniendo efectos más perceptibles.

Ayer por la mañana, los clientes de varios bancos rusos se han encontrado con la desagradable sorpresa de que no podían utilizar sus tarjetas Visa o Mastercard para hacer compras o retirar dinero en efectivo en las sucursales de otras entidades.

Y es que los dos grupos estadounidenses de tarjetas bancarias cesaron de inmediato sus servicios de pago a los clientes de esos bancos.

La primera entidad afectada es el banco Rossiya, sancionado el jueves por Washington, junto con 20 altos funcionarios rusos.

Rossiya está controlado por Yuri Kovalchuk, considerado por Washington como "el banquero personal de la élite rusa" y también objeto de sanciones a título personal.

La entidad cuenta entre sus clientes 470 000 particulares y 24 000 empresas.

Putin anunció rápidamente que las autoridades ayudarán a los clientes de este banco, en el que según prometió, él mismo abrirá una cuenta el lunes.

Mientras tanto, el Departamento de Estado de EE.UU. instó ayer a los ciudadanos estadounidenses a que no viajen a la península de Crimea ni a las regiones orientales de Ucrania debido a la presencia de fuerzas militares rusas y al creciente "tono antiestadounidense" de los grupos pro rusos en la zona.

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