En las horas y días que siguieron a la muerte del cofundador de Apple Steve Jobs, se rindieron honores hacia su persona desde todos los rincones del mundo, sus fans guardaron vigilias en las tiendas Apple y las redes sociales se inundaron de lacrimógenos mensajes por la pérdida de la estrella del rock de la tecnología.
Una tira cómica que está dando vueltas por la Internet sea quizá la que mejor resuma los ánimos: en ella aparece Moisés ante las puertas del cielo, donde Dios le presenta al nuevo inquilino. “Moisés, este es Steve”, dice Dios. “Él va a mejorar tus ‘tablets'”.
Pero apenas cinco días después, la beatificación de Jobs está siendo cada vez más cuestionada. Y aunque no se espera que esto afecte negativamente a las ventas del iPhone 4S, que se introdujo el día de su muerte, al menos ha introducido un elemento de valoración crítica tanto para sus logros como sus fracasos. “Sus logros fueron trascendentales e imposibles de resumir fácilmente”, señala la web Gawker.com. “Pero si algo no era, era perfecto.
En realidad, hubo cosas que Jobs hizo en Apple que fueron profundamente molestas.”El artículo lo describe como “rudo, displicente, hostil, rencoroso” y afirma que “el acoso, la manipulación y el miedo… lo perseguían.” Cualquiera que haya seguido la carrera de Jobs, incluso con un módico interés, sabe a lo que Gawker se refiere: las historias de humillación de sus empleados, por no mencionar su rechazo a reconocer la paternidad de su hija Lisa, nacida de una relación extramatrimonial cuando él tenía 23 años.
Jobs fue ampliamente criticado por ejercer un autoritario control sobre programas que podían aparecer en la App Store para iPhones y iPads, y por su apoyo a un “Worldwide Loyalty Team” (equipo mundial de lealtad) que persigue a todo aquel que filtre información secreta de Apple, incluidos quienes no están vinculados a la compañía. Además, Apple ha sido muy criticada por emplear a niños chinos para la fabricación de sus productos y por las penosas condiciones de trabajo en muchas de sus contratas.
Según Gawker, aunque Jobs haya sido un empresario brillante, no debería ser celebrado ni llorado como si hubiera acabado con el hambre en el mundo o hubiera erradicado la pobreza y las enfermedades. Uno de los mayores detractores de Jobs ni siquiera honraría sus éxitos empresariales. La fundación de software libre Richard Stallman ensalza a Jobs como “el pionero del PC como una cárcel convertida en cool, diseñada para restar libertad a los idiotas.”
“Todos merecemos el fin de la influencia maligna de Jobs sobre la informática”, dice este renegado de la alta tecnología y padre del movimiento del software libre. “Por desgracia, esa influencia continúa pese a su ausencia. Solo nos queda esperar que sus sucesores sean menos eficaces a la hora de mantener su legado.” Incluso algunos acólitos de Apple opinan que el ensalzamiento de Steve Jobs ha ido quizá demasiado lejos. “Sí, Steve Jobs fue un genio, y me encantan mi mac y mi iPod”, señala un comentario en la red Facebook. “Pero su compañía lava el cerebro a nuestra sociedad haciendo pensar que necesitan siempre la versión ‘nueva y mejorada’ y explota totalmente el mercado saliendo con pequeñas mejoras en cada modelo, al mismo tiempo que no proporciona una buena asistencia ni actualizaciones para los modelos más antiguos.
De lo contrario, tendría un respeto infinito hacia él y su compañía.” Otro comentario, posteado en la web de la revista “Forbes”, celebra el lado oscuro de Jobs por lo importante que fue para su éxito y la brillante visión que marcó su carrera. “Steve Jobs era un estúpido”, escribe. “Bien por él. Jobs era como la Gestapo… por el bien de su empresa, sus empleados, sus accionistas y sus socios.”