El conflicto en Ucrania está derivando en una nueva confrontación entre Estados Unidos y Rusia, además de representar una amenaza de guerra civil y división territorial en la república exsoviética que proclamó su independencia de Moscú en 1991, en la debacle del colapso comunista.
Los últimos sucesos dan cuenta de la escalada de la crisis de “la revolución de la plaza” que tiró al presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, tras semanas de protestas que dejaron más de 80 muertos.
El viernes Ucrania se acercó a la Unión Europea (UE) con la firma de un acuerdo de asociación, el mismo día en que Rusia se anexionó oficialmente Crimea. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, rubricó con los 28 jefes de Estado del bloque los capítulos políticos del acuerdo en el último día de una cumbre en Bruselas. El pacto es el mismo que había renunciado a firmar Yanukóvich en noviembre, optando en cambio por estrechar sus lazos con Rusia.
La firma entre la UE y Ucrania se produjo cinco días después del referéndum mediante el cual los habitantes de la península de Crimea decidieron, por abrumadora mayoría, separarse de Ucrania para integrarse a Rusia, en medio de la mayor confrontación entre el Este y el Oeste desde el desmembramiento de la URSS a inicios de los años 1990.
Esto generó una guerra de sanciones -congelamientos de activos- entre Rusia, la UE, EE.UU. y Canadá.