La reforma de salud de EE.UU. es limitada

¿Cómo evalúa usted la reforma de salud aprobada en Estados Unidos?

Para evaluar la reforma de salud debemos tener en cuenta con qué otros sistemas la comparamos. Si es con respecto a la realidad de Estados Unidos es un avance notable de un país que, siendo tan poderoso, estaba quedándose rezagado en el desarrollo de su salud. Pero si la comparamos con los niveles de desarrollo de Europa del norte, con países como Noruega, Suecia, Finlandia, creo que es una reforma muy tibia, con una cobertura muy limitada. Nadie puede negar que es un avance, pero no está a la altura del cumplimiento de los principios completos de salud.

¿Por qué asegura que es una reforma limitada?

Es una reforma limitada, porque no tendrá una cobertura completa, no todos los servicios ni todas las necesidades estarán cubiertas y no toda la población va a estar cubierta. Cierto es que aumenta la cobertura a 32 millones de estadounidenses, pero eso no significa que todos los ciudadanos de ese país van a tener la cobertura del servicio de salud, con lo cual no se cumple el principio básico de que la salud es un derecho universal. Segundo, la reforma todavía sigue muy fuertemente ligada a los negocios privados de la salud. Es decir, una especie de tercerización del derecho público de la salud a la inversión privada, en lugar de que los fondos públicos se inviertan en infraestructura pública, como ocurre en casi toda Europa, en donde existen los mejores sistema de salud del mundo.

El negocio privado ¿encarece los servicios de salud?

En Estados Unidos la intermediación de lo privado encarece innecesariamente los servicios de salud. Analistas de Estados Unidos sostienen que la ley condiciona a los ciudadanos a comprar seguros privados, pero esos seguros son incompletos, porque si una persona tiene una enfermedad catastrófica y tiene que someterse a una cirugía complicada y eso cuesta, por decir algo, USD 100 000, y si su póliza es incompleta no le cubre ese tratamiento.

¿Usted cree que hubo una carga política en el debate de la reforma de salud?

Por supuesto. Creo que pocos temas en esa sociedad son tan espinosos como el de la salud, por dos razones: primero, la salud es un negocio descomunal, hay megaintereses económicos de por medio, y segundo, hay una cultura implementada de propaganda a lo largo de muchos años de convencer a la ciudadanía de que el seguro privado es el mecanismo para dar el servicio de salud. Esta es una reforma de lo público, pero de lo público abriéndole el negocio a lo privado. Es decir es una decisión del gobierno de Estados Unidos de condicionar el desarrollo de la salud con fondos públicos pero que opera a través de prestadores privados. Insisto, si bien es una reforma pública que, por tanto, necesita una aprobación del Congreso, tiene una fuerte presencia de lo privado.

Pero ¿qué puntos destaca usted de la reforma de salud?

Por ejemplo, obliga a que la mayoría de estadounidenses cuente con algún seguro de salud. Pero hay que recordar que el presidente Obama al firmar la ley dijo que se consagraba el principio básico de que todos los estadounidenses deberían tener alguna seguridad cuando se trata de su salud. No dice el derecho pleno universal de la salud. Además, la reforma incorpora a millones de personas pobres al programa de salud; subsidia a seguros privados para personas de bajos y medianos ingresos. Es decir, por un lado obliga al que tiene recursos a que se asegure y, por otro lado, subsidia a los que no tienen recursos para que tengan un seguro de un cierto nivel, pero ese subsidio del Estado se lo entrega al negocio privado.

¿Usted cree que la reforma beneficia a las aseguradoras privadas?

Las aseguradoras privadas de salud ven que en la ley hay un beneficio para ellas, porque está asegurado un mercado más amplio y con fondos públicos. Sin embargo, impone una serie de restricciones a la forma de operar de las aseguradoras, lo cual es importante, porque las aseguradoras de salud privadas a partir de considerar la salud como un negocio y no como un derecho o un servicio le pone al usuario cortapisas que al negocio le conviene.

Los migrantes latinos ¿serán beneficiados por la reforma de salud?

Serán beneficiados siempre que estén legalizados y sean considerados ciudadanos estadounidenses, en cambio, los ilegales no van a tener cobertura de salud. Por eso, la bancada demócrata quiere ligar la reforma de salud a la reforma migratoria para que alcancen ese derecho los migrantes que no lo tienen.

Los países de la región ¿deben imitar la reforma de salud aprobada esta semana en Estados Unidos?

Nosotros no tenemos que aprender de los sistemas de salud de Estados Unidos, sino de Europa. El sistema de salud de Estados Unidos no es un derecho a imitar por las limitaciones que tiene, insisto, no da una cobertura universal, se lo hace a través del sector privado, por tanto, lo encarece, es un gasto de fondos públicos. Aprendamos las fortalezas de Europa en servicios de salud. Además, nuestros países tienen su propia cultura, su propia idiosincrasia, sus propias necesidades de salud, por tanto, tienen que ser soluciones propias nuestras.

Suplementos digitales