La reelección de Juan Manuel Santos se complica

Juan Manuel Santos (centro) y su fórmula vicepresidencial se inscribieron para las elecciones el 4 de marzo. Foto: Mauricio Moreno, Casa editorial el tiempo de bogotá / GDA

Juan Manuel Santos (centro) y su fórmula vicepresidencial se inscribieron para las elecciones el 4 de marzo. Foto: Mauricio Moreno, Casa editorial el tiempo de bogotá / GDA

Al igual que sus contrincantes, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, espera que el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez, promotor de la paz en su país, y el emotivo homenaje que se le rindiera terminen por sensibilizar a un electorado que no sale de su apatía de cara a los comicios del 25 de mayo.

Santos no logra remontar en las encuestas, pero ninguno de sus oponentes ha capitalizado esa falta de votos para el Mandatario que registran todas las encuestas.

De ahí la última jugada: restituir en el cargo de alcalde de Bogotá a Gustavo Petro, acatando el fallo de la Justicia.

Analistas advierten que la destitución del izquierdista Petro por parte de Santos, ordenada el 19 de marzo, un día después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictara medidas cautelares a favor del Alcalde,  se produjo en plena campaña presidencial y esto tendrá
impacto en los votos de Bogotá.

Con un potencial de 5 178 227 votos, la capital del país es una plaza definitoria en términos electorales. Y aunque solo un poco más de 2,5 millones de ciudadanos irían a las urnas para elegir Presidente, hay mucha expectativa sobre las repercusiones que esta decisión tenga a nivel electoral.

No hay certeza sobre hacia dónde se dirijan los seguidores de Petro electoralmente. Tampoco se sabe cuántos son. Aunque Petro obtuvo 721 308 votos (el 32% del censo), no se puede afirmar que ese sea su caudal electoral.

Peñalosa le pisa los talones

Los más recientes estudios de opinión ratifican que habrá  segunda vuelta en junio y que el primer lugar será para el Jefe de Estado, pero solo con 26%.
   
En segundo lugar aparece Enrique Peñalosa,  exalcalde de Bogotá, y en tercer lugar el uribista Óscar Iván Zuluaga. Pero los votos que le faltarían al Mandatario para ubicarse más cerca de la segunda vuelta los retiene Marta Lucía Ramírez, exministra de Defensa, aspirante por el partido Conservador y quien alcanza el 11%.

“En una hipotética segunda vuelta, si Santos no quiere correr riesgos deberá pactar con los conservadores, pero para eso el uribismo debe quedar en el camino antes”, analiza Bernardo Gutiérrez.

Exministra de Álvaro Uribe (2002-2010), Ramírez comenzó esta carrera electoral con 3% de intención de voto. Su repunte, el buen desempeño tras la consulta en su sector (Alianza Verde) de Peñalosa y la percepción de que la guerra interna ya no es un problema por parte del electorado, hacen que estas elecciones no despierten la ­pasión de otras, según el politólogo Andrés Mejía.

“Creo que el factor principal es que por primera vez en muchos años Colombia llega a unas elecciones sin tener la sensación de que los resultados van a decidir aspectos vitales para la supervivencia”, ase­guró Mejía.

El reciente movimiento en la Alcaldía, primero designando a María Mercedes Maldonado como alcaldesa interina de Bogotá, y 24 horas después restituyendo a Petro, como lo ordenaba la Justicia, es un nuevo intento de Santos por congraciarse con el sector más progresista de la sociedad, que ve en Peñalosa la opción de su preferencia.

Pero el problema de Santos  radica en que la paz -un tema que hasta el año pasado era crucial para la población-  hoy es el “más importante” solo para 6% de la ciudadanía, según la última encuesta de Gallup.

Santos insistió en ello durante el funeral de García Márquez, diciendo que el escritor “siempre quiso una Colombia en paz y en su memoria no vamos a claudicar en esa tarea”.

Los errores estratégicos de Santos, como la frustrada reforma judicial o los conflictos sociales de los últimos meses, y el golpeteo constante al que lo someten Álvaro Uribe y su partido del Centro Democrático, vienen haciendo mella en su candidatura, que a un mes de entrar a plebiscitar su mandato, aún genera enormes incertidumbres.

A Petro le espera un referéndum

La decisión de restituir en su cargo al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue celebrada por cientos de ciudadanos tanto la noche del miércoles como ayer, jueves 24 de abril de 2014. Decenas de seguidores de Petro se reunieron en la céntrica plaza de Bolívar, para acompañarle en su reinstalación en la sede del Gobierno local.

El 9 de diciembre pasado, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por 15 años a Petro, acusándolo de haber actuado con dolo cuando reformó el sistema de recolección de basura de la ciudad, que pasó de manos privadas a públicas.

La CIDH reaccionó a la decisión del Presidente y valoró “muy altamente” la restitución de Petro en su cargo y el “cumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado” colombiano. Si la restitución de Petro queda en firme, éste será sometido a un referéndum revocatorio que había sido solicitado antes de que comenzara el proceso para su destitución.

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