La quema de los autobuses busca presionar a las autoridades por la liberación de los etarras presos, con problemas de salud. Foto: Archivo/ EFE
Un total de ocho autobuses fueron incendiados ardido en la madrugada de este domingo, 1 de noviembre del 2015, en Derio (País Vasco, norte de España) en lo que se considera un sabotaje, tras encontrarse en el lugar una garrafa de gasolina y octavillas sobre el preso de ETA, Ibón Iparagirre.
“Siete autobuses han quedado totalmente calcinados y otro ha resultado con graves daños”, informó un portavoz de la policía regional vasca, la ertzaintza.
El siniestro ha ocurrido sobre la 01:00 locales (00:00 GMT) en las cocheras de la empresa de transporte público Bizkaibus.
La ertzaintza encontró en el lugar un garrafa de gasolina, un petardo y panfletos en los que se alude al preso de la organización separatista armada vasca ETA, Ibon Iparagirre.
Iparagirre, detenido en enero de 2010 y enfermo de sida, fue condenado a 299 años de cárcel por 18 asesinatos frustrados al hacer explosión un coche bomba ante una comisaría de la ertzaintza de Ondarroa en 2008.
En un comunicado, el gobierno regional vasco condenó “enérgicamente la quema de autobuses que se ha producido esta madrugada en Derio” insistiendo en que “el mero hecho de pensar que la quema de bienes privados y los perjuicios derivados para un servicio público en algo pueda beneficiar a la situación de gravedad de un preso enfermo es un sinsentido absolutamente condenable”.
Hace más de un año, el 21 de agosto de 2014, tuvo lugar un ataque similar en el que resultaron quemados cinco autobuses en la localidad de Loiu, contiguo a Derio, el cual posteriormente fue reivindicado en un correo electrónico anónimo en el que se reclamaba la liberación de los presos de ETA enfermos.
ETA, a la que se le atribuye la muerte de 829 personas, renunció a la violencia el 20 de octubre de 2011, tras más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco y Navarra pero no ha entregado las armas, como le exige el gobierno español.