Bloqueos de vías, protestas multitudinarias y choques violentos demoraron ayer el paso de un tren con una carga de residuos de plantas atómicas alemanas hacia un depósito en el norte del país. El enfrentamiento empañó la tranquilidad de las manifestaciones del sábado.
La Policía hizo uso de porras, aerosoles de pimienta y tanques lanzaagua para dispersar a los manifestantes que intentaban bloquear el trayecto del convoy procedente de una planta francesa de reprocesamiento. Varias personas resultaron heridas.
Con casi 11 horas de retraso arribó el cargamento de 11 contenedores a la localidad de Luneburg, a 50 kilómetros de distancia del depósito nuclear en la mina de sal de Gorleben, en el estado de Baja Sajonia.
Agricultores de la zona bloquearon con sus tractores rutas de acceso a la estación ferroviaria de Dannenberg, donde la carga será traspasada a camiones con destino a Gorleben. Allí se han apostado más de 1 600 manifestantes que planean sentarse durante toda la noche en la ruta para impedir el paso de los camiones, entre ellos la presidenta del partido de Los Verdes, Claudia Roth.
Testigos sostuvieron que la Policía actuó con dureza contra los manifestantes que bloqueaban las vías. Unos 17 000 agentes fueron destacados para garantizar el paso del transporte nuclear.
El convoy con 123 toneladas de desechos nucleares, el duodécimo desde que se propagó el uso de la energía atómica en Alemania, vivió una verdadera odisea desde que partió el viernes de la planta francesa de La Hague.
El tren tuvo que cambiar varias veces su ruta por los bloqueos de activistas antinucleares, ya sea porque dos de ellos se colgaron de un puente ferroviario o porque un grupo se encadenó a las vías.
Los manifestantes protestan también contra la decisión del gobierno de centroderecha de Ángela Merkel de prolongar por un promedio de 12 años la vida útil de las centrales nucleares alemanas y revocar el ‘apagón’ gradual hasta el 2022.
Miles de personas se dieron cita en Dannenberg en la protesta multitudinaria contra el transporte de residuos atómicos. Los organizadores estiman que estuvieron presentes unas 50 000 personas, mientras que la Policía señaló que fueron unas 20 000.