Las autoridades penitenciarias de El Salvador, con el apoyo del Ejército, preparan un plan de seguridad para acabar con las extorsiones y otros delitos que son dirigidos desde las cárceles.
“Estamos decididos a frenar los delitos que se ordenan desde las penitenciarías, vamos a dar un golpe a las estructuras delincuenciales con las nuevas medidas de seguridad que se van a impulsar”, aseguró el ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar.
El viernes 7, el presidente Mauricio Funes anunció que aumentará a 7 170, de los actuales 4 100, los soldados que colaboran con la Policía en tareas de seguridad pública.
Además, el patrullaje militar será extendido a 29 municipios, de los actuales 19, indicó Funes. El líder izquierdista dijo que 1 500 soldados tendrán como tarea dar cobertura de seguridad afuera y dentro de los centros penitenciarios.
El uso del Ejército dentro de los penales requerirá una reforma de la ley penitenciaria, que ya fue enviada por el Gobierno al Congreso, la cual se espera sea aprobada a corto plazo. El Presidente señaló que el mayor despliegue militar servirá para “ir desmantelando el negocio de diferentes grupos del crimen organizado” y a las pandillas que ordenan perpetrar delitos desde dentro de las prisiones. La Iglesia Católica apoya la medida.