Hillary Clinton y Donald Trump analizan los nombres de los posibles vicepresidentes que los acompañarán en la campaña electoral. Fotos: AFP
A menos de un mes para las convenciones de sus respectivos partidos, donde serán proclamados candidatos presidenciales, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump van acotando sus listas de compañeros para la Vicepresidencia de EE.UU.
En el caso de Clinton, la lista es más larga y los favoritos han ido variando a lo largo de la campaña de primarias, especialmente por la irrupción y el buen resultado obtenido por su rival, el senador Bernie Sanders, quien le ha puesto las cosas más difíciles entre los jóvenes y los más progresistas.
Uno de los nombres que aparece en todas las quinielas, y cada vez con más fuerza, es el senador demócrata por Virginia Tim Kaine, a quien ya en 2008 valoró como una opción para el cargo el actual presidente de EEUU, Barack Obama.
Su larga experiencia en cargos públicos, como senador pero también como gobernador, le avalan como un hombre de partido muy afín a la exsecretaria de Estado y además contrarresta la imagen de típico “varón blanco” de su rival republicano, Donald Trump.
La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, conocida como “la dama del progresismo” del Partido Demócrata, es otra de las aspirantes.
Su posible candidatura a la Vicepresidencia sería una apuesta fuerte por parte de la exsecretaria de Estado, al colocar a dos mujeres en la fórmula presidencial, y supondría un reclamo directo a los más de doce millones de votantes que apoyaron a Sanders en las primarias, al ser mucho más afín a su ideario.
Warren ya ha dado su apoyo oficial a la también exprimera dama e incluso esta semana comenzó a hacer campaña con ella en Ohio, uno de los estados claves.
El también senador progresista Sherrod Brown, esta vez por Ohio, es otro de los nombres que más suenan para acompañar a Clinton en su periplo presidencial.
En las últimas semanas, Brown ha incrementado su presencia en la campaña de Clinton, participando en algunas conferencias sobre economía y criticando las duras posiciones del virtual aspirante republicano a la Casa Blanca.
Cory Booker, senador demócrata por Nueva Jersey, sería, a sus 47 años, un compañero de fórmula carismático y juvenil para Clinton, además de ayudar a movilizar -aun más- al voto afroamericano dada su ascendencia negra, aunque la exsecretaria de Estado ya es lo suficientemente fuerte entre esa comunidad.
El secretario de Trabajo, Thomas Pérez, está también en la lista reducida de la aspirante demócrata para la Vicepresidencia.
De origen dominicano, trabajó como asistente del fiscal general en la división de derechos civiles del Departamento de Justicia y, mucho antes, sirvió como ayudante del senador Edward Kennedy, conocido por su visión más renovadora, lo que podría resultar atractivo para el electorado más difícil de conquistar para Clinton.
Durante mucho tiempo, el actual secretario de Vivienda, Julián Castro, fue el favorito para ser el candidato a la Vicepresidencia junto a Clinton. Su brillante discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2012 recordó a muchos a un joven Obama en 2004, dirigiéndose desde la misma tribuna, preámbulo de un futuro prometedor.
Sin embargo, al igual que Pérez, muchos ya no creen necesario que Clinton tenga que echar mano de un compañero de fórmula latino, ya que cuenta con la gran mayoría del voto hispano de su lado, sobre todo tras los feroces ataques de Trump hacia esa comunidad.
Por el lado del magnate, la gran sorpresa de este ciclo electoral, los analistas han sido más prudentes a la hora de aventurar quién puede ser su compañero de fórmula pero, según informaciones publicadas esta misma semana, Trump ya tendría una lista reducida, con dos nombres destacados.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, suena fuerte entre las apuestas después de que fuera el primer miembro del aparato del Partido Republicano y el primer exaspirante a la Casa Blanca en hacer público su apoyo formal a Trump.
Criticado por los más conservadores por tener una relación fluida con Obama, Christie llegó a liderar las encuestas como posible candidato a la Presidencia pero terminó por desinflarse, aunque le otorgaría al multimillonario esa faceta de experiencia política de la que él carece.
También entran en las apuestas el senador por Alabama Jeff Sessions, ultraconservador; Bob Corker, senador por Tennessee, o el gobernador de Indiana, Mike Pence, pero parece más probable que Trump se incline por el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
El exlegislador, de dilatada experiencia en el Legislativo, apoyó las propuestas de Trump durante casi toda el periodo de primarias, aunque calificó de inaceptables las declaraciones del magnate sobre la falta de imparcialidad de un juez por ser mexicano.