Los cadáveres del Fiscal que inició la investigación de la masacre de 72 emigrantes en México y del Jefe policial del pueblo donde ocurrió la matanza fueron hallados el martes, dijeron ayer las autoridades.
fakeFCKRemoveAl mismo tiempo informaron sobre la captura de siete presuntos miembros del cartel de Los Zetas, implicados en la matanza de los emigrantes ocurrida hace dos semanas. Roberto Suárez, el fiscal investigador, y Juan Carlos Suárez, secretario de seguridad de San Fernando (Tamaulipas), estaban desaparecidos desde el 24 de agosto, tras acudir a la hacienda donde ese mismo día se conoció sobre la matanza para realizar un primer informe.
Los dos cadáveres fueron localizados en el municipio de Méndez, a 50 km de San Fernando y también en Tamaulipas, y junto a ellos “se encontraron identificaciones” que permitieron establecer plenamente sus nombres, señaló la Procuraduría (Fiscalía).
Ambos desaparecieron cuando regresaban a San Fernando desde la hacienda donde fue la matanza. Las autoridades demoraron en confirmar su desaparición, denunciada al día siguiente por sus familiares, e incluso la prensa local especuló que podrían haber huido tras amenazas del cartel de Los Zetas, señalado como autor de la masacre.
Desde Ecuador, en cambio, la titular de la Secretaría del Migrante, Lorena Escudero, indicó ayer que los padres de Luis Lala, sobreviviente de la matanza de 72 emigrantes en México, fueron repatriados desde Estados Unidos y están bajo protección.
“Logramos traerlos también, están aquí, la familia está reunificada”, dijo Escudero a la radio digital Ecuadorinmediato y que recogió ayer la agencia AFP. La Ministra señaló que el regreso de los padres “fue casi coincidente” con la repatriación del joven de 18 años desde México, el 29 de agosto.
“Se les dio protección en una primera instancia” en Nueva Jersey (Estados Unidos); ahora “están juntos protegidos por el sistema de víctimas y testigos y apoyados por una comisión de desarrollo social que ha conformado” el Gobierno, añadió Escudero.
La violencia en México genera más reacciones. Ayer, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, mostró su preocupación por la creciente “insurgencia” de los carteles de drogas en México y consideró que ese país se asemeja cada vez más a la “Colombia de hace 20 años”, en un problema que, alertó, también se está extendiendo a Centroamérica.
“Estos carteles de la droga están mostrando cada vez más señales de insurgencia. De repente empiezan a aparecer coches bomba, que no se conocían antes”, dijo Clinton. La declaración no gustó a México. Alejandro Poiré, portavoz presidencial en asuntos de seguridad nacional, resaltó que México no ha caído a niveles como los de Colombia, donde las organizaciones criminales penetraron el sistema político.